Dominado por el realismo mágico, el presidente López Obrador cree que es suficiente desear algo para que se transmute en realidad. En lo que va de su administración ninguno de sus pronósticos ha sido acertado, quedando como mentiroso y, en no pocas ocasiones, en ridículo.
Incapaz de establecer una política efectiva de fomento a las actividades productivas del país para que logren el impulso necesario y crecimiento, tiene que depender de que los apoyos billonarios del gobierno de Estados Unidos a los negocios tengan el efecto de arrastre suficiente para beneficiar a las empresas de México.
Al darse cuenta de la imposibilidad de poder multiplicar 25 veces el ritmo de vacunación actual para lograr que 15 millones de mexicanos queden inmunizados en dos meses, cuando en 25 días apenas logró inocular a 600 mil mexicanos, se mostró dispuesto a que autoridades estatales, municipales y el sector privado compren vacunas y participen en esta tarea.
Plan con maña, porque en este momento, la adquisición de los antivirales está muy disputada y las farmacéuticas no tienen la capacidad de producción para atender una demanda creciente y difícilmente podrán hacer una contribución significativa.
Propuesta que, sin embargo, se le puede revertir, pues el gobierno cuatroteísta se caracteriza por su escasa eficiencia y, por lo que se ve, no tiene garantizadas las dosis que supuestamente había pre comprado. Más bien se ha distinguido por su negligencia en el combate a la pandemia, como lo demuestran los casi 150 mil fallecidos, reconocidos oficialmente, aunque cada vez es mayor el número de instituciones que duplican la cifra de muertos.
Entre más se pause la vacunación, las posibilidades de una recuperación económica rápida disminuyen considerablemente, como lo ha reconocido el propio secretario de Hacienda, Arturo Herrera, para quien el éxito de la primera determinará en gran medida el avance de la segunda.
Como siempre, la guija de López Obrador dice otra cosa, aunque los datos recientes que dio a conocer el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, muestren que los programas sociales del primer mandatario en poco o nada han ayudado a disminuir la pobreza en el país.
“No aplicamos la fórmula del modelo neoliberal, tecnocrático, de endeudarse, de rescatar a los de arriba a los bancos, a las grandes empresas, y ahora con los ahorros, estamos rescatando al pueblo, el rescate es al pueblo, de abajo hacia arriba”, sostiene Andrés Manuel.
Rescate irreal, porque al cierre del año pasado seis de cada 10 trabajadores, tanto formales como informales en México, percibía menos de dos salarios mínimos. La proporción es mayor a la que existía en 2018 y 2019, de acuerdo con datos del Inegi. Es decir, que la cantidad de la población ocupada en el país con esos ingresos ha aumentado respecto de los datos observados en los dos años anteriores.
También el Inegi señala que la cantidad de la población ocupada en el país con ingresos entre tres y cinco salarios mínimos y los que ganan más de ese rango ha disminuido respecto de los datos observados en los dos años anteriores.
Es decir, de acuerdo con el Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tecnológico de Monterrey el comportamiento del nivel de ingresos es preocupante, pues ante las condiciones actuales de la economía es de esperar que la situación de precarización salarial por la que atraviesa el mercado laboral de México permanecerá vigente en el mediano y largo plazos.
Así, el empobrecimiento salarial, aunado a los elevados niveles de desempleo que se presentan en la administración lopezobradoriana difícilmente contribuirán a dinamizar el mercado interno, por lo que la perspectiva de crecer “hasta 5 por ciento” como pronostica el ejecutivo federal no deja de ser una quimera.
He dicho.
EFECTO DOMINÓ
El presidente Andrés Manuel López Obrador informó estar contagiado de COVID-19. Los síntomas son leves pero ya estoy en tratamiento médico. Como siempre, soy optimista. Saldremos adelante todos. Me representará la Dra. Olga Sánchez Cordero en las mañaneras para informar como lo hacemos todos los días, tuiteó el primer.mandatario.