(Cuarta y última parte. La implementación de una App de geolocalización basada en un modelo centralizado para la contención del SARS-CoV-2 en México.)
En el proceso de contención del SARS-CoV-2, diversos países han implementado APPs de geolocalización, como Francia, Reino Unido y Noruega que presentaron vulneraciones a la privacidad de los usuarios, destacando que la App implementada por España se consideraba una de las más seguras, ya que aplicaba un protocolo de seguridad descentralizado que solicitaba la autorización para recibir notificaciones en caso de haber estado en contacto con alguna persona diagnosticada con el virus; sin embargo, ante la desconfianza de los usuarios en el uso de estas herramientas y su efectividad, solo el 9.9% de los usuarios españoles descargaron la aplicación.
Por otro lado, la Comisión Europea puso en marcha un sistema llamado Pasarela, a fin de garantizar la interoperabilidad de al menos 20 aplicaciones basadas en modelos descentralizados, destacando las Apps de Alemania, Irlanda e Italia, donde la información que se intercambia pasa por un proceso de seudonimización y encriptación; además, la información solo se almacena por el tiempo necesario para rastrear infecciones, garantizando la protección de la identidad y ubicación de las personas infectadas.
En nuestro país, el gobierno de la Ciudad de México puso a disposición una aplicación denominada COVID – 19 CDMX, que desarrolló a través de la Agencia Digital de Innovación Pública, con la finalidad de implementar acciones para mitigar la propagación del virus, inicialmente proporcionaba un test de salud que brindaba información sobre el virus, la cercanía a hospitales y recomendaciones sanitarias, actualmente se lleva a cabo el rastreo de casos por medio de códigos QR en negocios cerrados.
En este sentido, se propone la implementación de una App de geolocalización basada en un modelo centralizado; para lo cual, es posible realizar transferencias de datos para la prevención, diagnóstico médico, prestación sanitaria, tratamiento médico o la gestión de servicios sanitarios, mediante la implementación de medidas de seguridad que garanticen la disponibilidad, integridad y confidencialidad de los datos personales. En tal virtud, las bases de datos se encontrarían a cargo del Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal (INAFED), quien podrá realizar transferencias a instituciones académicas, para efectuar el tratamiento de datos con fines de investigación y desarrollo tecnológico. Asimismo, el seguimiento y monitoreo se encontrarían a cargo del sector salud e instituciones de seguridad pública, que intervienen en la identificación de contagios, aplicación de pruebas, tratamiento de pacientes, distanciamiento social, aplicación de vacunas, protección de pacientes ante actos de discriminación o agresiones físicas, mantener el orden y, en última instancia, aplicar la prisión preventiva como una sanción para evitar la propagación del virus.
Bajo este contexto, Michael J. Sandel plantea que la pandemia no solo es una crisis de salud pública; sino, también una crisis global y cívica, donde la concepción meritocratica del éxito ha venido a racionalizar la desigualdad; por tanto, para luchar contra la enfermedad se necesita la solidaridad de la sociedad encaminada a una nueva política del bien común. Por ello, es necesario el desarrollo de una nueva APP de rastreo para el control efectivo y eficaz de los contagios masivos y cinturones de seguridad que garanticen políticas públicas efectivas, que permitan atender la curva económica y la curva de salud, atendiendo a que la contingencia tiene repercusiones éticas, económicas y políticas y, por tanto, resulta fundamental que las instituciones de salud y seguridad pública especifiquen concretamente las finalidades del tratamiento para garantizar la salud y privacidad de las personas; además, de realizar el respectivo análisis de riesgos y análisis de brecha, a partir de la trazabilidad de datos que brinden los elementos para determinar acciones preventivas o, en su caso, acciones correctivas.
De acuerdo a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), México aplica 0.4 pruebas de Covid-19 por cada mil habitantes; para lo cual, resulta necesaria la aplicación del análisis del Markov para hacer un esquema de ruta crítica que permita hacer una correcta asignación de pruebas en los núcleos donde hay altas probabilidades de contagio y, a su vez, aplicar una estrategia eficiente en el plan de vacunación con la coordinación intergubernamental de los tres órdenes de gobierno, a fin de garantizar el derecho de protección de datos personales y el derecho a la salud; cabe destacar, que el Estado de México cuenta con los elementos suficientes para desarrollar una App de seguimiento y rastreo a casos positivos y altamente probables de Covid-19, a través de la Dirección General del Sistema Estatal de Informática, que garantice la aplicación de tecnologías efectivas para identificar las zonas de mayor riesgo y, por ende, aplicar de manera efectiva las pruebas y vacunas para atender y contener la propagación del virus.
En este orden de ideas, la efectividad del modelo centralizado depende de la actuación del gobierno en el control de la información para la protección, atención, contención y erradicación del virus; el seguimiento y control de la información a fin de identificar las personas infectadas, posibles contagios y situaciones de riesgo; la coordinación interinstitucional entre las autoridades de salud, seguridad y tecnología; la coordinación con otros países para garantizar los derechos de salud y protección de datos personales en el contexto económico; la eficiencia de la veracidad de la información y la aplicación de pruebas que permitan identificar las zonas más propensas para contener y erradicar el virus.