La semana pasada, el presidente Andrés Manuel López Obrador encabezó la inauguración de la Base Aérea Militar Número en Santa Lucía, en un evento sencillo y emotivo que provocó que los mentirosos de siempre, salieran a chillar en los medios de comunicación y en redes sociales, inventando, como acostumbran, un montón de falsedades que sólo buscan confundir al pueblo de México.
Es de risa corroborar cuanto “les arde” y les afecta que en este gobierno se estén haciendo las cosas bien, de forma austera, eficiente y pensando siempre en el bienestar de toda la población y no nada más en el lucimiento o beneficio de unos cuantos.
Lo que los voceros del régimen conservador no platicaron en los medios de comunicación, es que con la inauguración de esta, que es apenas una primera etapa del gran proyecto que abarca el Aeropuerto Internacional “General Felipe Ángeles”, se demuestra, una vez más, lo que el presidente y quienes impulsamos la cuarta transformación en el país siempre hemos dicho: Sí hay otra forma de hacer política y de gobernar a México.
Esa forma diferente, es rara para los conservadores porque se aleja totalmente de los privilegios, de la faramalla y del exceso que acostumbraban brindarle antes los malos gobernantes. Es una manera de gobernar que sí da resultados porque confía en el trabajo que hacemos las y los mexicanos, aprovechando al máximo los recursos y privilegiando la búsqueda de beneficios para la mayor cantidad posible de personas.
Hoy, ante la crisis económica y sanitaria mundial, la construcción del aeropuerto de Santa Lucía, el Tren Maya, la refinería en Dos Bocas, entre muchas otras obras más que realizan el Gobierno Federal y los gobiernos locales que abanderan la 4T en todo el país, representan una oportunidad de trabajo y crecimiento para miles de mexicanas y mexicanos que, además, serán beneficiados también, junto a todo el resto de la población, del desarrollo sostenido que estas obras generen al ser terminadas.
Por ello, se le ha apostado a la inversión en una infraestructura social, que ayude a reactivar rápidamente la actividad económica, que permita cumplir con las políticas de austeridad, evitando la corrupción y que impulse, desde la raíz, la estabilidad en regiones que durante décadas estuvieron olvidados por los gobernantes de antes, y por sus porristas (los de antes y los de ahora).
En fin, para que no existan confusiones: la construcción del Aeropuerto Internacional “General Felipe Ángeles” y de todas las obras federales avanza en tiempo y forma, ayuda desde ya a reactivar la economía y está pensada para que más gente que nunca antes, se vea favorecida con este tipo de inversiones.
Más trabajo y más ingreso, son algo que el país demandaba urgentemente y ya lo estamos logrando, aunque algunos sigan llorando porque no los dejaron secar el lago o sacar tajada de las obras que hoy transforman a México.