Cada vez es más notorio que el adoctrinamiento mañanero no alcanza a cubrir el desastre en que se ha convertido el plan (¿?) de vacunación anti Covid. Un gobierno incapaz de organizar la inoculación de 200 mil personas, como quedó demostrado en Ecatepec, es anticipo de que el coronavirus permanecerá mucho tiempo entre los mexicanos, con una larga estela de muertes.
Y no se trata nada más de cómo lo ha hecho frente a la pandemia. Desde que arrancó el gobierno lopezobradoriano, dio muestras de la inoperatividad en su funcionamiento en todos los renglones, en especial en el sector salud donde el manejo irresponsable es más notorio.
En 2019, los fallecimientos que pudieron prevenirse con la vacunación para distintas enfermedades se incrementaron en casi 170 por ciento, de acuerdo a lo reportado en el informe de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) de la Cuenta Pública de ese año.
Pese a que el Programa de Vacunación en 2019 ejerció un presupuesto 78 por ciento mayor al programado, vacunó a 25 por ciento menos personas de lo prometido, lo que propició 1466 decesos, que pudieron evitarse.
Entre las causas que detectó la ASF para esta alta mortalidad y morbilidad, fueron las deficiencias en la operación de la red de frío y en las autorizaciones para la liberación de lotes de vacunas para su comercialización, distribución y aplicación en 2019.
“No cumplieron con las especificaciones sanitarias requeridas, en detrimento de la calidad de las vacunas, por lo que no se garantizó la protección de toda la población contra las enfermedades que son prevenibles mediante la vacunación”, concluyó la Auditoría Superior de la Federación.
Estas anomalías y deficiencias en el Programa de Vacunación llevaron a que solo se aplicaran 48 millones 104 mil 904 dosis de vacunas, que representan el 75 por ciento de las más de 64 millones de dosis programadas, incumpliendo el objetivo de alcanzar y mantener el 95 por ciento de cobertura de vacunación por entidad federativa, precisó la ASF.
Las observaciones del órgano fiscalizador para ese año, en poco difieren de las adoptadas para el Covid-19. Sin la participación de los Consejos Nacional y Estatales de Vacunación, alcanzar ese número de inmunizaciones parece iluso. Lo más probable es ver incrementos importantes en el número de contagios -hasta la fecha 2.2 millones de personas- y en el de decesos, cuya cifra catastrófica ya se triplicó.
Los reclamos hacia el exterior, en particular hacia la Organización de las Naciones Unidas y el mecanismo COVAX, por parte del presidente López Obrador y del titular de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, son justificaciones para ocultar su falta de previsión en la adquisición de las vacunas y no querer pagar por adelantado para asegurar su disponibilidad.
La aprobación fast track de algunas vacunas, el irregular abasto de las mismas durante semanas o meses, más la aparición de nuevas variantes del SARS-Cov2 en territorio mexicano, ponen en duda que los mexicanos contaremos con la protección suficiente, en fecha próxima, por más verborrea que nos recete uno de los “presidentes de la pandemia”.
He dicho.
EFECTO DOMINÓ
En lo que parece una actitud politiquera, el presidente López Obrador hizo un llamado a todos los gobernadores y propuso un “acuerdo nacional a favor de la democracia”, a fin de que los ejecutivos no intervengan en favor de candidatos o partidos, cuando él todas las mañanas hace proselitismo.