Mal vez sin proponérselo y aunque sólo se refirió a lo que está pasando con la comercialización del gas LP, el presidente López Obrador aceptó que existen mafias que se están repartiendo el territorio, sobre todo en la Ciudad de México.
Y si eso ocurre con un producto que no genera las ganancias extraordinarias de las drogas, el secuestro, el cobro de piso y otros delitos, es lógico suponer que las mafias o grupos de la delincuencia organizada mantendrán su disputa por controlar y ensanchar su poder en porciones importantes del territorio nacional.
Autoridades de Estados Unidos advirtieron que los delincuentes inciden directamente en la vida social, política y económica de una tercera parte de la República Mexicana -entre 30 y 35 por ciento-, como resultado de una estrategia oficial sin pies ni cabeza.
De poco o nada ha servido que la Guardia Nacional cuente ahora con el doble de elementos existentes en la Policía Federal en administraciones anteriores, si la operación y ganancias de los distintos grupos de malhechores no se han visto mermadas en forma significativa.
La inversión pública destinada a combatir a la delincuencia -armamento, equipo y cuarteles- no se ha traducido en resultados tangibles para la seguridad de la población y sí, en cambio, ha convertido a México en un panteón gigantesco, con más de 87 mil homicidios dolosos en lo que va de la administración lopezobradoriana.
Violencia que en el proceso electoral del presente año dejó más de 100 víctimas mortales entre políticos, motivo por el cual la ONU-DH ya hizo un señalamiento del gobierno de López Obrador. sin embargo, para el primer mandatario, la delincuencia se porto bien durante la celebración de la jornada comicial.
La militarización de la seguridad pública, a la que se quiere dar vigencia legal, al subordinar a la Guardia Nacional al mando de las fuerzas armadas, aunque de facto, ya opera con esta característica, en forma alguna es garantía de una disminución del dominio que ejercen mafias y cárteles en importantes regiones del país.
El hecho de que las entidades en donde gobierna y gobernará Morena, coincidentemente sea donde tienen su asiento los principales cárteles de la droga, mostrará de que están hechos los nuevos gobernantes y si, en conjunto con la administración federal, pueden disminuir el poderío y la violencia con la que operan dichas agrupaciones.
Un reto que conlleva muchas aristas. Será fundamental tener éxito en esta tarea, pues disponen de poco tiempo para presentar resultados, en cuanto a la detención de las principales cabecillas y la disminución en el tráfico de estupefacientes, extorsiones, trata de personas y demás hechos delictivos.
Ello implica llevar a cabo cambios sustanciales en la estrategia de combate a la delincuencia para impedir que una mayor proporción del país quede bajo control del crimen. Conformarse con mostrar beneplácito por el buen comportamiento estos grupos, es muestra de pequeñez de miras.
He dicho.
EFECTO DOMINÓ
Mientras en la mañanera del martes, Marcelo Ebrard aseguraba que la información de los contratos para la adquisición de las vacunas anti Covid-19, en su versión pública, estaban en el portal de la Secretaría de Salud, la Suprema Corte concedió una suspensión al Gobierno Federal para que no revele, por ahora, el contenido de dichos contratos, hasta que el tribunal constitucional resuelva un recurso de revisión promovido por el Ejecutivo Federal, quien considera la citada información de seguridad nacional.
@Edumermo