En nuestras actividades cotidianas utilizamos diferentes tipos de productos y servicios que generan basura, cada habitante de la cdmx produce entre 0.86 y 2.44 kilogramos de residuos diarios, lo que nos da un promedio de 1.2 kilogramos; los residuos sólidos urbanos son aquellos que se producen en casa como consecuencia de la eliminación de los materiales que se utilizan en las actividades domésticas, como empaques, embalajes, o residuos orgánicos.
Sin duda uno de los retos mas importantes en las ciudades es el manejo y la disposición de los residuos para minimizar los impactos que estos pudieran tener al suelo, agua, aire y ambiente en general, es por ello por lo que una eficiente clasificación y adecuada separación desde el origen facilita el manejo, gestión y valorización de los residuos; la clasificación básica es en orgánicos e inorgánicos, sin embargo, los inorgánicos se pueden subdividir en vidrio, papel y cartón, metal (principalmente en forma de latas), textiles y plásticos, todos ellos son susceptibles de reciclarse, tratarse o valorizarse para hacer más eficiente la gestión y reducir el volumen de residuos que se disponen en los rellenos sanitarios.
Hay otro grupo de residuos que se generan en el hogar y que son de suma importancia, no tanto por el volumen que se genera, si no más bien por los riesgos que se corren si no se realiza una adecuada gestión de ellos, nos referimos a los residuos peligrosos, que si bien se producen en pequeñas cantidades por casa, al sumar todos los hogares en la Ciudad su volumen se vuelve significativo, incluso gran variedad de los productos que se usan en casa pueden contener compuestos químicos perjudiciales a la salud y al ambiente en el momento de desecharlos de forma inadecuada.
Dentro de los residuos peligrosos que se generan en el hogar se encuentran los aerosoles, recipientes viejos de productos químicos que se van dañando con el tiempo y pueden generar vapores peligrosos o incendios y que si llegan a los cuerpos de agua dañan la vida dado que las sustancias químicas tóxicas y los metales pesados se pueden infiltrar al suelo o al agua subterránea, es por eso, por lo que hay que separarlos para un mejor manejo.
Los principales residuos peligrosos generados en el hogar son: toda clase de pinturas, solventes o ácidos; tubos o lámparas fluorescentes; aceites ya sea de cocina o de algún motor de auto, motocicleta o lavadora; agujas y jeringas usadas y sin usar; pilas o baterías de cualquier tipo o capacidad; aparatos electrónicos que pueden ser desde un teléfono celular hasta televisiones y los medicamentos sobrantes o caducos.
Cada uno de ellos representa un riesgo distinto de peligrosidad, los corrosivos son ácidos, álcalis fuertes o solventes, entre los que se encuentran limpiadores concentrados como el ácido muriático, cloro, amoniaco, aguarrás, o gasolina blanca; algunos pueden ser inflamables o explosivos si no se almacenan correctamente y entran en contacto con calor o agua; a esta característica se le conoce como reactividad.
Dentro de los inflamables están los aerosoles, combustibles enlatados a presión o alcoholes, mientras que los tóxicos son todos aquellos que contengan insecticidas, metales pesados o cualquier otra sustancia que en pequeñas cantidades pueda causar enfermedades crónico-degenerativas, incapacitantes o mortales, en este grupo se encuentran, pilas, insecticidas, residuos electrónicos, lámparas y tubos fluorescentes, termómetros de mercurio y por supuesto los medicamentos caducos.
La mejor manera de manejar estos residuos en casa es colocarlos en recipientes diferenciados y entregarlos por separado al sistema de recolección de residuos para su gestión adecuada, recordemos que el cuidado del medio ambiente es responsabilidad de todos.