Queriendo mostrar sus dotes de surfista, pese al fuerte oleaje pandémico y político en el que se encuentra inmersa, la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, cree que la tabla de salvación que le ha enviado el presidente López Obrador será suficiente para sortear ambas circunstancias.
A la nueva oleada del coronavirus, se ha sumado el mar picado que trajo consigo la tempestad causada por el destape tempranero de posibles candidatos de Morena, que amenaza con convertirse en una tormenta tropical de larga duración, en la que varios pueden terminar revolcados o ahogados.
En el caso de la jefa de gobierno, la CDMX se encuentra en momentos en los cuales aún no se logra saber a ciencia cierta si ya se alcanzó el pico de contagios, toda vez que en la capital del país se ha incrementado de manera notable en las semanas recientes.
En los últimos días la capital del país rebasó las dos mil camas ocupadas con pacientes covid-19 el sábado pasado. No obstante, Claudia Sheinbaum está analizando abrir nuevos giros económicos.
Las escenas de los tumultos en la zona del Centro Histórico en otros sitios públicos de gran afluencia, muchas personas deambulaban por sus calles y plazuelas sin cubrebocas y sin guardar la sana distancia.
Este comportamiento social y la urgencia de reanudar la economía capitalina en todos sus rubros, exigirán imaginación, firmeza y destreza a Sheinbaum para mantener el equilibrio necesario, para que el oleaje pandémico no la derribe.
El hecho de que en esta tercera ola el número de decesos por Covid-19, haya disminuido, en forma alguna significa que el coronavirus ha sido contenido, sobre todo si consideramos que dos terceras partes de los recién infectados ha sido con la variante Delta.
Las más recientes cifras sobre hospitalizaciones dadas a conocer por el gobierno capitalino, de los dos mil 037 contabilizados, mil 466 se encuentran en atención general y los restantes 571 en terapia intensiva. Tales datos, revelan que en 12 días el incremento de hospitalizaciones creció 97.95 por ciento.
Este mar proceloso al que se enfrenta Sheinbaum en materia sanitaria, puede convertirse en un tsunami político, debido a la acción de los otros contendientes morenistas para alcanzar la candidatura presidencial, que intentarán mover las bases de sustentación -placas tectónicas- en las que se apoya la jefa de gobierno.
De poco le servirá la sobreprotección que recibe de Andrés Manuel López Obrador. Más que respaldo absoluto, los refuerzos y nuevas adquisiciones en las oficinas del gobierno de la capital del país, traslucen las debilidades e insuficiencias de la jefa de gobierno.
Las aclamaciones en público que ha recibido la titular del ejecutivo en la CDMX a últimas fechas, si bien le endulzan el oído, como si fuesen cantos de sirena, pueden resultar contraproducente para sus aspiraciones, al generar discordias al interior de Morena.
Más aún, si se toma en consideración que Claudia Sheinbaum ya está en la conformación de su ejército de “servidores de la CDMX”, que sería la versión capitalina de los de la nación. Replicar las estrategias y moditos del presidente López Obrador, si bien da la idea de fidelidad y lealtad ciega, también habla de vacíos programáticos e ideológicos.
La tabla para surfear no es equivalente a un salvavidas, por lo que las embestidas de las siguientes olas, podrían terminar en un “revolcadero”.
He dicho.
EFECTO DOMINÓ
El gobierno cuatroteísta no necesita del Cisen ni de Pegasus; le basta y sobra con la no siempre discreta actuación de la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda, que hace una especie de “espionaje legal”, no a las conversaciones de opositores, sino a sus movimientos bancarios. Procedimiento que, por lo visto, es más efectivo que las escuchas.
@Edumermo