Estuve en Huauchinango, Puebla, tierra de mis ancestros, en el aniversario 160 de su reconocimiento como Ciudad. Muy emotivo el homenaje que se hizo a los hermanos Cravioto: Rafael, Francisco y Miguel Simón.
El 27 de julio de 1861, Huauchinango alcanza el rango de Ciudad con el Congreso Local, el cual le otorga dicho título con el nombre de “Huachinango de Degollado” en honor al mártir de la reforma el General Santos Degollado quien por su lealtad al gobierno fue designado para ocupar cargos relevantes en el gobierno de Benito Juárez, en los cuales adquirió experiencia y conocimientos en el ámbito militar.
En 1861, al enterarse del asesinato de Melchor Ocampo, el General Santos Degollado pidió su reincorporación a las filas del Ejército, para localizar y apresar a sus asesinos, solicitud que le fue concedida. El 15 de junio de ese año, fue derrotado en los Llanos de Salazar, donde perdió la vida al combatir en contra de las fuerzas conservadoras.
Huauchinango en náhuatl significa: “en la muralla de los árboles”, y el 25 de septiembre de 2015 fue reconocida por la Secretaría de Turismo como pueblo mágico.
En cuanto a mis ancestros la semblanza escrita por el ingeniero Jesús Rodríguez Dávalos indica que en la Guerra de Reforma (1857-1861), con el Gobierno de la República en Veracruz, el presidente Benito Juárez nombró coronel a Rafael Cravioto.
Con ese grado participó en la Batalla de Calpulalpan, el 22 de diciembre de 1860, que sería la última de la Guerra de Reforma. Entonces fue nombrado jefe político y comandante militar de los distritos de Zacatlán y Huauchinango, en la Sierra Norte de Puebla.
Durante la Segunda Intervención Francesa en México (1862-1867), Rafael Cravioto participó en la Batalla de las Cumbres (Acultzingo), contra Miguel Miramón, el 28 de abril de 1862, y unos días más tarde, en la Batalla del 5 de Mayo, auxiliando al general Miguel Negrete en la defensa del Fuerte de Loreto.
Miguel Negrete, quien fungía como gobernador y comandante militar de los estados de Puebla y Tlaxcala, había organizado en Huauchinango una división de 4 mil hombres, confiriéndole a Rafael Cravioto el grado de general de brigada y el mando de la 1º Brigada.
Al marchar a San Luis Potosí, Negrete delegó los gobiernos de Puebla e Hidalgo en Rafael Cravioto, quien, posteriormente y por órdenes del presidente Benito Juárez, los entregó al coronel Fernando M. Ortega.
En 1866, las fuerzas imperialistas capturaron a Rafael Cravioto y a su padre, Simone Craviotto, y los recluyen en la Ciudad de Puebla donde, con ayuda del coronel Juan Galindo, lograron escapar.
Una vez en Huauchinango, Rafael encabezó las fuerzas republicanas que habían formado sus hermanos, los coroneles Francisco y Miguel Simón Cravioto, junto con el coronel Juan Galindo, compuestas por 1,500 combatientes que concurrieron al sitio de la Ciudad de Puebla en 1867 y participaron en la Batalla del 2 de Abril, liderada por el general Porfirio Díaz, que fue el inicio de la caída del Imperio.
El general Rafael Cravioto fue un hombre cercano y apreciado por Benito Juárez; de hecho fue para Cravioto la última carta que Juárez escribió antes de morir.
Rafael Cravioto fue Gobernador Interino del Estado de Hidalgo de 1876 a 1877 y Gobernador Constitucional en los periodos 1877-188; 1889-1893; 1893-1897 y 1897-1901, periodo que no concluyó, ya que renunció el 3 de noviembre de 1897 por presiones del presidente Porfirio Díaz.
Fue un benefactor de Huauchinango, Puebla. Entre otras cosas, donó al Ayuntamiento Municipal las Casas Verdes, ubicadas en Pachuca, Hidalgo, para la manutención del Hospital de Sangre ”Miguel Hidalgo”, precursor del Hospital General de Huauchinango.
Murió el 28 de noviembre de 1903 en la Ciudad de México, a los 74 años de edad; sus restos permanecen en el Panteón Municipal de su Huauchinango natal.
El general Rafael Cravioto fue un hombre cercano y apreciado por Benito Juárez; de hecho fue para Cravioto la última carta que Juárez escribió un día antes de morir y que a la letra dice:
Sr. General don Rafael Cravioto.
Estimado amigo:
Recibí la favorecida de usted fecha 14 del que cursa y mucho le agradezco las noticias que me comunica.
Las cosas por acá siguen siendo buenas como habrá visto usted por los telegramas de la frontera y que ha publicado últimamente el Diario Oficial, y esperamos de un momento a otro saber la ocupación en Monterrey por las fuerzas unidas de los Generales Rocha, Ceballos y Revueltas.
Siga usted teniéndome al corriente de cuanto sepa por este rumbo, y sin otra cosa por ahora, tengo el gusto de despedirme de usted, como siempre amigo y atento seguro servidor. q.b.s.m.
Benito Juárez.