“Sembrando Vida no es nomás sembrar árboles, es sembrar alegría, amistad entre nosotros, compartir y convivir, más que nada, renacer, vivir tranquilo, llevar más aliento a mi hogar y ver como cada vez hay más empleo ”, afirma Alejandro Lozano, sembrador de Marquelia, Guerrero.
El fracaso de las políticas de seguridad de sexenios anteriores ha demostrado que no es con el uso de la fuerza como se combate a la violencia, si en cambio a través de programas como Sembrando Vida donde se está pasando del cultivo de amapola al de árboles frutales y aguacate en unas 300 comunidades de 5 municipios de Guerrero, entre ellos Marquelia, donde habita Alejandro y es beneficiario del programa Sembrando Vida.
El objetivo de uno de los programas más importantes del gobierno de la Cuarta Transformación, es hacer del manejo forestal sostenible una opción de vida, y sobre todo cerrar el paso a los cultivos ilícitos.
También, convertir los ejidos y comunidades en un sector estratégico para el desarrollo del campo mexicano, trabajando juntos para incrementar la productividad de zonas rurales, bajo un enfoque de sustentabilidad y desarrollo regional a corto, mediano y largo plazo, que contribuya a reducir la vulnerabilidad en la que viven los campesinos de estas regiones.
El Programa se encuentra en 20 Estados de la República Mexicana, y para poder pertenecer al mismo se requiere ser mayor de edad, ser propietario o poseedor de 2.5 hectáreas disponibles para ser trabajadas en un proyecto agroforestal y habitar en localidades rurales, cuyos municipios se encuentran con niveles de rezago social.
En Guerrero, Sembrando Vida beneficia a 39 mil sembradores con una inversión para este año de 2 mil 101 millones de pesos, con presencia en 68 municipios de la entidad y toda la región de la Montaña, como fue el compromiso del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
En el Presupuesto de Egresos del Estado de Guerrero para el Ejercicio Fiscal 2022, el campo guerrerense tuvo un incremento en casi el 84 por ciento respecto al año pasado y el presupuesto para el Bienestar y Desarrollo del Estado asciende a más de 600 millones de pesos para atender las necesidades del pueblo y atender de frente a la pobreza.
Transformar es revolucionar, es cambiar de raíz las cosas, y el Gobierno de la Cuarta Transformación trabaja todos los días por arrancar de raíz la corrupción en México para que el pueblo reciba lo que por derecho y justicia le corresponde.
Ya no se permite se roben el dinero del presupuesto, que es dinero del pueblo, y hoy se distribuye el presupuesto con justicia, lo que significa darle más a quien tiene menos, porque no puede haber trato igual entre desiguales, la justicia es ayudar siempre al más necesitado, al más pobre; y “Sembrando Vida” avanza por esa ruta.