Ni siquiera el boato de la boda de Elba Esther Gordillo -a pesar de los destrozos de maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación-, puede opacar el realce de las “nupcias” del presidente sin nombre y sin estatua con empresarios involucrados en las obras que lleva a cabo en este sexenio.
Ver el arrobo al bailar de la exdirigente nacional del magisterio no tiene precio; para todo lo demás, basta y sobra establecer o mantener “enlaces honorarios” con la familia presidencial para que, al amparo de su manto protector, los negocios florezcan.
Si usted estaba en la creencia de que el trato preferencial otorgado a la empresa Baker Hughes de parte de Petróleos Mexicanos era un caso extraordinario, excepcional, debido a los vínculos con el mayor de los hijos del mandatario, temo decepcionarlo.
El pasado domingo, José Ramón López Beltrán dio a conocer su estatus laboral, al señalar que trabajaba -en su calidad de abogado- como consultor del consorcio KEI Partners, propiedad de Érika Chávez e Iván Chávez, hijos de Daniel Chávez, dueño de Grupo Vidanta y “asesor honorífico” del Tren Maya.
Pero no se deje usted llevar por el sospechosismo, no. Ya el innombrable mandatario se encargó de aclarar que no hay ningún conflicto de interés porque el dueño de Vidanta no tiene ningún contrato o negocio con el gobierno federal,
El Ejecutivo, omitió dar a conocer que varios proyectos de infraestructura estarán muy cerca de propiedades de la familia Chávez, en forma parecida a como ocurrirá con propiedades de la familia presidencial en la ruta del Tren Maya.
De acuerdo con la explicación brindada por el ejecutivo sin nombre, Daniel Chávez “no tiene ningún negocio con el Gobierno Federal, ningún problema de interés, es de los empresarios que nos ayuda porque quiere apoyar en el caso del proyecto que cruza por el sureste del país: Chiapas, Yucatán y Campeche.
Con base en lo anterior, quiere decir que el dueño de Vidanta no es el único hombre de negocios “que ayuda” al gobierno cuatroteísta en sus proyectos, como sería el caso de los machuchones que forman parte del Consejo Asesor Empresarial y muchos otros.
Poco a poco salen a relucir los múltiples “enlaces” entre el jefe del ejecutivo e integrantes del sector privado, ya sea “honoraria” o “contante y sonante”, en la cual se sustenta uno de los principios fundamentales del cuatroteísmo: la separación entre el poder político y el poder económico.
Por lo que se ve, ha sido tan prolífico los enlazamientos existentes entre estos dos grupos en los últimos tres años, que bien podrían considerarse promiscuos, tan parecidos a los existentes en el pasado, aunque se reitere que son diferentes.
Y para cerrar la pinza, en el caso del Tren Maya, todo quedará bajo el resguardo, protección y manejo de la Secretaría de la Defensa Nacional.
Que se hayan hecho del conocimiento público este tipo de “enlaces” entre la familia presidencial y algunos hombres de negocio, con datos proporcionados por las declaraciones de funcionarios y proveniente de fuentes oficiales, indicarían que en realidad se trata de actos de connivencia.
He dicho.
EFECTO DOMINÓ
El procedimiento laboral ha secuestrado los juicios y no ha permitido que puedan irse resolviendo, aseguró la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde, quien informó que, en la Ciudad de México, existen 140 mil del medio millón de juicios atorados en las juntas locales y en el resto del país.
Un ejemplo claro de la eficiencia cuatroteísta.
@Edumermo