Esta Navidad miles de padres compartirán fotos familiares sin saber que exponen la identidad digital de sus hijos a los ciberdelincuentes.
La temporada navideña es uno de los momentos del año en los que más fotos y videos familiares se publican en las redes sociales. Por eso, hoy más que nunca debemos preguntarnos a qué peligros exponen los padres la identidad de sus hijos al subir sus imágenes en la web durante esta época. Detrás del deseo de compartir la alegría decembrina se está construyendo, muchas veces sin querer, una huella digital que acompañará al menor durante toda su vida.
La huella digital de un niño puede comenzar desde el vientre materno, cuando alguno de los padres comparte la primera imagen del ultrasonido. A partir de ese momento, es común que sigan publicando fotos o videos del avance del embarazo, del nacimiento y de prácticamente cada etapa: bebé, infancia y adolescencia.
Esta práctica se conoce como sharenting: publicar contenido relacionado con los hijos en internet. Cuando dicha práctica se realiza de manera constante y desmedida, se le denomina oversharenting. Aunque para muchos padres es algo normal —y aún más en fechas navideñas—, pocos saben que detrás de esta práctica existen riesgos que pueden afectar la seguridad y privacidad de sus hijos.
Las plataformas más utilizadas para difundir estas imágenes son Facebook e Instagram, donde se suben fotos acompañadas del nombre del menor, su apodo, gustos, actividades y, en muchos casos, su ubicación.
Los padres publican cuando cargan al bebé, cuando gatea, sus primeros pasos, sus juguetes, en el parque, en la escuela, en fiestas, haciendo deportes, con amigos y todo tipo de instantes. Sin embargo, según un estudio de Security.org, el 80% de los padres no conoce a todos sus seguidores, lo que aumenta la exposición del menor ante desconocidos.
Este mismo estudio revela que el 75% de los padres ha compartido contenido de sus hijos y que solo el 21% les ha pedido permiso. Además, 1 de cada 4 tiene las publicaciones configuradas como públicas.
De acuerdo con el sitio bbmundo, con base a un informe de Children’s Commissioner del Reino Unido, cuando un niño cumple 13 años sus padres han subido un promedio de 1,300 fotos suyas a internet.
Esto es particularmente alarmante, sobre todo durante Navidad, cuando la práctica de publicar fotos de menores aumenta por las fiestas, posadas, eventos escolares y reuniones familiares.
Los riesgos del sharenting según Kaspersky
Para dimensionar los peligros a los que están expuestos bebés, niños y adolescentes, la empresa de ciberseguridad Kaspersky advierte sobre:
• El robo de identidad digital infantil: los ciberdelincuentes analizan fotos, videos y comentarios para obtener información como nombre, edad, ubicación y otros datos sensibles. Con esto pueden crear perfiles falsos, hacerse pasar por el menor o usar la información para actividades ilegales.
Según Security.org el 14% de los padres reportó robo de identidad de sus hijos relacionado con sus publicaciones; mientras que el 21% ha sufrido algún tipo de ciberacoso.
• Ciberacoso y delitos asociados: las imágenes pueden facilitar el grooming, sexting no consentido, ciberstalking e incluso secuestros.
• Pérdida total de control de las imágenes: aunque los padres eliminen una publicación, esta permanece en la web y puede volverse accesible a terceros.
• Violación a la privacidad del menor y de otros niños.
Cómo proteger la identidad de los niños esta Navidad
Recomendaciones de Kaspersky y del Centro para la Infancia y las Familias de la Universidad de Florida:
• Platicar con el menor y pedir su consentimiento para subir sus imágenes. Cuando aparezcan con otros menores, solicitar autorización a sus padres.
• Ajustar configuraciones de privacidad para que solo familiares y amigos cercanos puedan ver las fotos.
• Eliminar metadatos y geolocalización de las imágenes.
• Evitar publicar información identificable: nombres, escuelas, lugares frecuentes.
• No compartir fotos embarazosas que puedan afectarlos en el futuro.
• Utilizar plataformas seguras, como WhatsApp, con cifrado y fotos de visualización única.
• Difuminar o cubrir el rostro si es necesario publicar.
Sharenting: una práctica que puede cambiarlo todo
La práctica del sharenting no es un juego. Cada foto subida implica renunciar al control de esa imagen y exponer al menor a riesgos que pueden acompañarlo incluso en su vida adulta. En una era donde todo se viraliza, la protección de la identidad digital debe ser tan importante como la seguridad física.
La Navidad es para compartir amor, no vulnerabilidades. Antes de subir una imagen, pregúntate: “¿estoy cuidando lo más valioso que tengo?”. La foto se borra, el daño digital permanece. La mejor forma de celebrar estas fiestas es proteger la seguridad, la dignidad y el futuro de nuestros hijos.













