Tras un debate de más de 12 horas, la mayoría de Morena y sus aliados en la Cámara de Diputados se impusieron a la oposición para avalar con 271 votos a favor, 134 en contra y 8 abstención la reforma a la Ley de Hidrocarburos que envió el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Con la advertencia de la oposición que la reforma provocará una lluvia de amparos , y luego de que morenistas desecharon 134 artículos reservados , el proyecto avalado abre la puerta a la suspensión de los permisos de refinación, transporte, almacenamiento, distribución, comercialización y expendio de hidrocarburos, petrolíferos o petroquímicos.
Ello, en caso de “peligro inminente” para la seguridad nacional, la seguridad energética o para la economía nacional.
El documento, remitido al Senado para sus efectos constitucionales, fue duramente cuestionado por legisladores de la oposición , y respaldado por Morena .
La panista María de los Ángeles Ayala Díaz consideró que el dictamen sepulta todo intento y esfuerzo de tener un sector energético competitivo, sostenible, sustentable y la atracción de inversiones, y pone en grave riesgo a los pequeños y medianos empresarios que no cuentan con la capacidad de almacenamiento.
El priísta Fernando Galindo Favela dijo que la reforma va en contra de la Constitución y afecta los derechos de empresarios mexicanos y de inversionistas internacionales que han apostado por el país; “no hay duda que van a controvertirla afectando considerablemente las finanzas públicas del país”.
Sin embargo , el morenista Pablo Gómez Álvarez señaló que “se dice que este proyecto afecta a la ciudadanía, pero la ciudadanía no conforma el grupo de propietarios de las gasolineras ni de otros negocios que se dedican al comercio de hidrocarburos”.
Puntualizó que esta Ley hará daño a los que la violan, a los “tramposos”, a los que dan litros que no son litros, a los que contrabandean hidrocarburos y a los que engañan al fisco. “Esta ley es una pequeña parte de una lucha mucho mayor”.