El vicecoordinador del PRD en la Cámara de Diputados, José Guadalupe Aguilera Rojas, advirtió que si no se aprovecha el relevo en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) para impulsar una verdadera política de desarrollo económico, los flagelos que afectan al país, entre ellos la desigualdad, se profundizarán.
En vísperas de que se cite a la Cámara de Senadores a un periodo extraordinario para ratificar a Rogelio Ramírez de la O como titular de esa dependencia federal, solicitó a la Comisión Permanente del Congreso de la Unión que exhorte a ambos a impulsar el desarrollo económico para que haya resultados positivos.
Al presentar la propuesta de punto de acuerdo correspondiente, el legislador por Michoacán lamentó que el gobierno federal privilegie, hasta ahora, la “administración de los problemas” con su obcecación en aplicar un modelo profundamente conservador que inhibe al máximo el gasto público, en lugar de priorizar la consecución de resultados positivos a través de la inversión pública.
Citó estadísticas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) según las cuales México ocupa el último lugar en ese rubro de entre sus países miembros, lo cual ha sido cuestionado por numerosos especialistas, pues la inversión pública es un instrumento fundamental para impulsar el desarrollo económico.
“Mientras que la inversión pública alcanzó un promedio de 3.4 por ciento entre los países integrantes de la OCDE durante el 2019, la inversión destinada por México a ese rubro se ubicó apenas en 1.3 por ciento en el año citado”, precisó Aguilera Rojas.
Criticó la priorización de obras faraónicas carentes de viabilidad y la minimización de la inversión pública en aras de dogmas por parte de la actual Administración Federal.
Esa obcecación -dijo- explica el fracaso de la política económica que el Gobierno aplica a rajatabla desde diciembre del 2018 y cuyos resultados son muy adversos, con la agravante de que conlleva nuevos riesgos para la población.
“De continuar por ese sendero, la situación no va a mejorar en el corto plazo, pues lo que se requiere son verdaderas políticas públicas que coloquen en el centro de la atención las sólidas bases de un verdadero desarrollo. La persistencia de un modelo profundamente conservador que inhibe el gasto público al máximo no responde a los requerimientos del México actual, pues se trata de una estrategia concebida con una actitud orientada a administrar los problemas, más que a atenuarlos y eliminarlos en un mediano plazo”, alertó.