Lo ocurrido esta mañana en la Ciudad de México es claramente un acto de provocación y violencia montado por los Alcaldes electos de oposición, en su intento por desprestigiar al Congreso y al Gobierno de la Ciudad de México.
El Congreso es y debe seguir siendo un espacio abierto al diálogo por lo que es innecesario e inadmisible la irrupción violenta en el recinto parlamentario.
Desde la campaña electoral, esta ha sido la actitud de los Alcaldes de la derecha, pues ante la falta de propuestas lo único que han hecho es atacar y tratar de desprestigiar al Gobierno de la Ciudad con noticias falsas, mentiras y campañas negras.
Cabe resaltar que el periodo extraordinario fue convocado por acuerdo de todas las fuerzas políticas, mientras que la presencia de elementos policiacos fue solicitada por la diputada Ana Patricia Báez Guerrero, presidenta de la Mesa Directiva del Congreso e integrante del grupo parlamentario del PAN.
Mientras estos actos violentos y de provocación tenían lugar, el secretario de Gobierno de la Ciudad sostenía una reunión de trabajo con los coordinadores parlamentarios del PAN, PRI y PRD para pactar la agenda legislativa, pues siempre ha habido disposición por parte del Gobierno de la Ciudad de México de conducirse por la via del diálogo respetuoso.
En Morena condenamos la violencia, no somos iguales; nuestros gobiernos no utilizan la fuerza pública en contra de los adversarios, siempre privilegiamos el diálogo respetuoso y la convivencia pacífica y democrática.
Los Alcaldes electos de oposición deben dejar de lado la confrontación, adoptar hábitos democráticos y abrirse al diálogo; por respeto a las y los habitantes de la Ciudad de México tienen que asumir su papel de gobernantes y trabajar en favor de la gente.