La diputada del PRD, Gabriela Sodi Miranda, consideró que la decisión de retirar el monumento a Cristobal Colón de Paseo de la Reforma y colocar en su lugar la escultura “Tlali”, basada en las cabezas olmecas a fin de representar el rostro de una mujer indígena, fue una determinación unilateral del Gobierno de la Ciudad de México, toda vez que se desconoce, hasta el momento, la metodología y los procesos de concurso y consulta habituales en esta clase de acciones.
En entrevista, enfatizó que la determinación de las autoridades de la Ciudad de México de dar marcha atrás en dicha decisión y dejarla en manos del Comité de Monumentos y Obras Artísticas en Espacios Públicos, el cual está integrado por representantes de instituciones de la CDMX, el INAH, historiadores y ciudadanos, se debió a la presión que ejercieron la comunidad cultural, los pueblos indígenas, la sociedad civil, las y los comerciantes y vecinos de la zona, así como el poder legislativo.
Ante la falta de claridad en el procedimiento en el que se basó el Gobierno de la Ciudad de México para tomar la decisión de sustituir la Glorieta de Colón, Sodi presentó un Punto de Acuerdo ante la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados para que se haga pública la información relativa al traslado, restauración, resguardo y sustitución de dicho conjunto escultórico, mismo que se encontraba situado sobre el Paseo de la Reforma, además de conocer la metodología para adjudicar la obra al escultor Pedro Reyes.
“A través del Punto de Acuerdo que presenté solicité se informe cuáles son las estrategias para el rostro urbano de la CDMX, ya que estas decisiones no se pueden tomar unilateralmente, y sobre todo quienes y bajo qué premisas están tomando estas decisiones”, precisó la legisladora.
Gabriela Sodi señaló que es positivo que, luego de la presión de los diferentes sectores involucrados, el Gobierno de la CDMX deje el asunto en manos del Comité de Monumentos y Obras Artísticas en Espacios Públicos y que sea dicha instancia la que defina el destino del monumento a Colón y su posible sustitución.
La parlamentaria también cuestionó la forma en que originalmente se designó al escultor Pedro Reyes, “¿acaso se consultó a los pueblos originarios radicados en la Ciudad de México, para saber si se sienten representados por una cabeza olmeca?, me llama la atención que no se realizara una convocatoria para definir al artista encargado de la obra y que no se considerara, en primera instancia, a destacadas escultoras mexicanas como Ángela Gurría o Yvonne Domenge, entre muchas otras, toda vez que se trata de honrar y representar a las mujeres indígenas de nuestro país”, recalcó.
Por último, la legisladora recordó que durante el mes de julio visitó el Instituto de Restauración en donde se resguarda el conjunto escultórico de Cristobal Colón, con el objetivo de conocer los avances en los trabajos de restauración y el estado que guarda el patrimonio artístico de todas y todos los mexicanos.