La persecución obsesiva de meter a la cárcel a científicos y académicos es una señal inequívoca del abuso de poder del gobierno morenista, un ejemplo claro del acoso y hostigamiento a críticos y opositores al más viejo estilo de los regímenes autoritarios, afirmó el candidato a la dirigencia nacional del PAN, Marko Cortés Mendoza.
“Estoy seguro que en estos tiempos oscuros de abuso de poder y de ignominia, cada vez seremos más los que levantemos la voz contra la persecución política; hoy nosotros decimos con claridad y firmeza a la comunidad científica y académica, son 31 y no están solos” señaló.
Está claro que a las dictaduras no les gusta la ciencia ni la tecnología, los gobiernos autocráticos siempre la consideran un riesgo, mientras en Israel, Japón, y Corea del Sur invierten del 3 al 4 por ciento de su PIB en ciencia y tecnología, México apenas destina el 0.38 por ciento. La razón es simple y básica: para este gobierno: invertir en ciencia y en el futuro, es neoliberal y no da votos. No les importa si al cancelar los fideicomisos se les deja sin fondos, por ejemplo, a las instituciones que estudian el origen de la esclerosis múltiple, principal causa de discapacidad en jóvenes mexicanos.
Mientras en los países desarrollados se rinde honores y apoyo a los académicos e investigadores; aquí se les persigue y califica de corruptos y ladrones, su delito en realidad es disentir, exigir recursos y libertad para investigar; para este gobierno son más peligrosos los científicos que el crimen organizado.
Lamentablemente con este tipo de hechos, México retrocede en materia de derechos humanos, democracia y libertades, siendo cabeza en la “fuga de cerebros” en América Latina.
Calificó de detestable la reformulación de la acusación contra los 31 científicos y ex funcionarios del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) por el presunto delito de lavado de dinero, a pesar de que el Poder Judicial ya le respondió a ese organismo y a la Fiscalía General de la República (FGR) que no existen fundamentos para ello, insisten probando, una vez más, el uso faccioso y doloso de las instituciones para satisfacer los caprichos del presidente.
“Condenamos que el presidente López Obrador insista en meter a la cárcel a los científicos. Nos parece aberrante y un atentado a la ciencia y la tecnología. Es una prueba más de que este gobierno utiliza de manera facciosa y dolosa a las instituciones del Estado para perseguir a críticos y opositores, un estilo parecido al de los peores regímenes autoritarios”, anotó.
Cortés Mendoza criticó que un asunto judicial como éste, lo esté aprovechando el presidente para acusar, enjuiciar, sancionar y sacar “raja política”, cuando es un tema estrictamente de la Fiscalía General de la República.