Ojalá nada más fueran las vicisitudes que conlleva la gobernanza lo que inquieta al morenismo en su conjunto. Han preferido inventar a sus oponentes identidades virtuales para justificar sus errores y los escasos resultados de su gestión.
Lo que denominan el conservadurismo, son los “monstruos” creados por la imaginería cuatroteísta que quiere vender a la población. Los presentaron, en un primer momento a la sociedad como la mafia del poder, minoría rapaz, machuchones, fifis.
Después les han llamado golpistas, traidores a la patria, aspiracionistas, racistas y un largo etcétera, que lo mismo comprende a padres de familia de niños con cáncer, feministas, clases medias, jueces, abogados, médicos.
Sin embargo, esos primeros monstruos ya recibieron la purificación del movimiento transformador, al recibir el bautismo del presidente Andrés Manuel López Obrador y, en automático se transformaron en sus principales apóstoles, agrupados en el consejo empresarial asesor.
Pero para el “dinosaurismo” que predomina en el gabinete actual, se necesitan avatares de similares proporciones, por lo cual dieron forma a los nuevos monstruos: las grandes empresas internacionales, sobre todo si son españolas, con pretensiones de avasallar y agandallar los recursos del país.
El más claro ejemplo se presenta en el campo energético donde, desde la perspectiva lopezobradoriana, se presenta la disputa de la nación entre el avatar de la inocente y bella doncella del cuatroteísmo y el correspondiente a la horripilante bestia del neoliberalismo.
La entrevista concedida por el director de la Comisión Federal de Electricidad, Manuel Bartlett Díaz, al diario La Jornada, ejemplifica y resume esta visión gubernamental, que envidiaría el mismísimo Guillermo del Toro. Las grandes empresas, nacionales y extranjeras son los monstruos que aterrorizan al candoroso oficialismo.
Así lo dejan ver el escrito de intelectuales de izquierda y el dirigente de Morena, quien luego de enumerar las maravillas alcanzadas por el gobierno de López Obrador en todos los órdenes, aceptan que Morena “no está realizando este trabajo -con la sociedad- y esto pone en riesgo todo lo que hemos logrado”.
Los personajes fantásticos presentados en el videojuego mañanero, manipulado con cierta destreza por López Obrador, serían los responsables de poner en peligro los supuestos avances y no la actuación de “la mafia de la ineficiencia” que se encuentra al frente de los destinos del país.
Los 600 mil muertos por violencia y coronavirus son cifras más terroríficas que los avatares a los cuales combate el gobierno. Hasta la fecha, han fallecido casi 10 veces más mexicanos a la cifra catastrófica pronosticada por el vocero de la pandemia, Hugo López Gatell.
Los avatares también son los causantes del incremento de casi tres millones de mexicanos en pobreza y pobreza extrema, a pesar de que el año pasado y en el actual se han destinado alrededor de un billón de pesos a los sectores más vulnerables, ya sea vía programas sociales o remesas.
La principal causa de los problemas que enfrenta México, radica no sólo en la añoranza del pasado remoto sino, sobre todo, en la confusión presidencial entre video juegos y gobernanza. Crear y recrear avatares y mitos no modifica la realidad ni permite eludir la responsabilidad histórica del cuatroteísmo.
He dicho.
EFECTO DOMINÓ
Los hechos de violencia registrados en los recientes días entre integrantes de la Guardia Nacional y los migrantes centroamericanos, deben ser atendidos y solucionados a la brevedad posible, antes de que los ánimos se desborden. Las autoridades deberían estar ya trabajando en el diseño de una nueva política en la materia, para no verse obligadas a hacer uso de la fuerza.
@Edumermo