La corrupción en México sigue siendo un flagelo que el Presidente de la República, a pesar de sus promesas, solo simula combatir, sobre todo cuando involucra a integrantes de su familia o de su equipo más cercano, denunció Verónica Juárez Piña, Coordinadora Nacional de Nueva Izquierda, del PRD.
De acuerdo con el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) 2021 de Transparencia Internacional, México sigue siendo el país peor evaluado de los 38 que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
México mantuvo una calificación de 31 puntos, la misma que en 2020, en una escala que va de cero a 100, donde 100 sería la mejor calificación posible. Con esa calificación, México se ubica en la posición 124 de los 180 países evaluados por Transparencia Internacional.
“No ha habido, en los hechos, un combate en serio a la corrupción en este gobierno, a pesar de los dichos del Presidente y de haber sido su principal compromiso de campaña, por el contrario, todos los escándalos de corrupción que han destapado investigaciones periodísticas, que no las dependencias correspondientes, han quedado impunes”, acusó la exdiputada federal.
“La defensa a ultranza de familiares del Presidente o allegados que han incurrido en supuestos actos de corrupción, algunos de los cuales lo involucran a él, es la tónica de este gobierno”, señaló .
“Hay una abundante lista que involucra a familiares directos del Jefe del Ejecutivo y miembros de su gabinete señalados de presunta corrupción, que López Obrador defiende a capa y espada a pesar de las evidencias contundentes. La impunidad es el sello de esta administración federal”, consideró.
“El caso del extitular de la Unidad de Inteligencia Financiera, Santiago Nieto, es particularmente grave por haber sido uno de los encargados de combatir la corrupción, lo preocupante es que el Presidente evade su responsabilidad de promover una investigación en serio, al argumentar que es una persona íntegra”, indicó la líder perredista.
“También lo es el asunto que involucra un presunto conflicto de interés de José Ramón López Beltrán, hijo del Presidente de la República, por supuestos vínculos con una empresa que tiene un contrato multimillonario con Pemex, y que es propietaria de una residencia en Houston, con un valor superior al millón de dólares, en la que vivió con su familia”, acotó.
“La cuestión es que las dependencias federales responsables de investigar los casos de corrupción sólo se utilizan con fines políticos para investigar a personajes con los que le Presidente tiene diferencias, pero no indagan o terminan por exoneran a sus familiares y equipo cercano”, lamentó.
“Por eso es aún más preocupante que el Ejecutivo Federal pretenda desaparecer la Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional Anticorrupción (SNA), como parte de la iniciativa que, anunció, enviará al Congreso de la Unión para fusionar 16 órganos desconcentrados en diversas secretarías”, alertó.