En su video semanal, Ricardo Anaya pone de manifiesto dos problemas que “más allá de partidos o candidatos”, están afectando a millones de mexicanos: “que no te alcanza porque todo está subiendo de precio, y que la inseguridad está cada vez peor”, tanto, que “ya ni los sacerdotes se libran de que los maten a balazos”.
Dados los malos resultados del gobierno, Anaya cuestiona: ¿cómo puede un presidente como López Obrador mantener su popularidad cuando no arregla los problemas, sino que de hecho están cada vez peor?
Y argumenta que la respuesta está en una “formulita”, que “tiene muchas partes, pero hay dos que son las más importantes: división y mentira”. Explica que: “lo primero que hacen los que usan la formulita es dividir, entonces parten el país en dos: de un lado el pueblo bueno y del otro los malos. Ahora, esto no lo inventó López Obrador. Así le hacía Trump. Del lado de los buenos, el pueblo americano. Y del lado de los malos, nosotros, los mexicanos”.
Continúa explicando que “una vez que dividen, siembran algo que es clave para que funcione la formulita: se llama odio. O sea, le echan la culpa de todo a los malos del cuento”. Así lo han hecho, dice Anaya, Trump, Hugo Chávez, Evo Morales y Daniel Ortega. El resultado de esa fórmula, en el caso de López Obrador, es que “una vez que logra sembrar el odio, ya no tiene que resolver los problemas porque ya no es su culpa, o sea, aunque lleve 4 años de Presidente, es culpa de los malos del cuento”.
El segundo elemento de la “formulita”, dice Anaya, es la mentira, “y todos hacen lo mismo. Putin, en Rusia. Todos sabemos que su invasión a Ucrania es un acto de maldad”, pero el 80% de los rusos hoy apoya a Putin, porque, entre otras, ha difundido la mentira de que el presidente de Ucrania es nazi, aunque en realidad sea judío.
“Trump dijo un total de 30,573 mentiras. López Obrador hace lo mismo”, acusa Anaya, y recuerda que ha resultado mentira cuando dijo (como consta en videos) que la gasolina iba a costar 10 pesos, que no se iba a tirar “un solo árbol” para construir el Tren Maya, o que en un año iba a estar funcionando otra vez la Línea 12 del metro.
“Como estas tres, lleva miles de mentiras, 76,000 según un conteo. O sea, miente como respira. Entonces, ahí está la formulita que están usando todos: dividir y mentir. Nomás que las cosas tienen un límite y todo por servir se acaba”, advierte Anaya.
“Porque en algo sí tiene razón López Obrador: el pueblo no es tonto. El pueblo ya se dio cuenta de que la economía está de la fregada y que todo cuesta más. El pueblo sabe que este cuento, esta estupidez de ‘abrazos no balazos’ es una verdadera aberración, que nos tiene cada vez peor. La división y la mentira son dos alfileres que hoy sostienen a Morena, pero se van a caer. Yo te aseguro que para 2024, la mayoría de la gente va a querer un cambio”.
Al final, Anaya se pregunta si “desde la oposición, vamos a tener la capacidad de ofrecer una alternativa que claramente sea mejor”; que no solo diga lo que se ha hecho mal, sino “sobre todo que ofrezca verdadera esperanza en un futuro muchísimo mejor”.
“Más nos vale ofrecer una mejor alternativa y estar a la altura de las circunstancias, por el bien de México”, concluye.
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