La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) condenó el asesinato de los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, ocurrido el lunes en una iglesia en la comunidad Cerocahui, en Chihuahua.
En un comunicado, los prelados mexicanos indicaron que “con profundo dolor e indignación, nos unimos en oración con la Compañía de Jesús por el homicidio de dos de sus sacerdotes jesuitas”.
Los sacerdotes fueron asesinados cuando intentaban defender a un hombre que buscaba refugio en el templo y que era perseguido por un sujeto armado.
Los obispos resaltaron que “en medio de tanta muerte y crimen que se vive en el país, condenamos públicamente esta tragedia y exigimos una pronta investigación y seguridad para la comunidad y todos los sacerdotes del país”.
México vive una dramática escalada de la violencia, y entre 2018 y 2021 se han registrado las cifras de homicidios más altas en la historia del país.
A su vez, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador señaló que los padres jesuitas asesinados en una iglesia en el municipio de Urique, Chihuahua, fueron agredidos tras una ejecución de una persona que aparentemente trataba de refugiarse en el templo.
“Lo asesinaron, salieron los sacerdotes y al parecer también ellos fueron asesinados. Estamos ahora atendiendo este asunto”, agregó el mandatario en su conferencia mañanera.
López Obrador reconoció que varios municipios de la sierra de Chihuahua padecen “bastante presencia de la delincuencia organizada”.
“Parece que se tiene ya información sobre los posibles responsables de estos crímenes”, informó el presidente.