A dos años del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, el saldo ha sido una crisis económica, un nuevo Fobaproa provocado por desinstalar la infraestructura invertida en el Nuevo Aeropuerto de Texcoco, además de que siguen los altos índices de violencia, afirmó el analista político Hugo Goñi Cabello.
“Mucho se ha especulado de los resultados económicos del gobierno del presidente López Obrador, sí es un verdadero cambio de régimen; si es la cuarta transformación -aunque no estamos seguros si existieron las tres anteriores y peor, aún, si dieron los resultados que la historia oficial afirma-“, apuntó.
En entrevista con Central Municipal, señaló que México cerrará el año con un decrecimiento de alrededor de 9 a 10 por ciento, “que no lo tuvo ni Miguel De la Madrid con la crisis del petróleo en 1983 ni la del 94 con Salinas-Zedillo, el culmen de los regímenes conservadores y neoliberales”.
A su decir, las generaciones de millennials y Z, vivirán una mega crisis donde no tendrán empleo ni casa, y precisamente son las bases de votantes de Morena, que por paradójico que suena, no tenían idea de lo que era una crisis salvo las anécdotas familiares.
Resaltó que también hay más muertos, derivados del crimen organizado que con Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto y una mayor mortalidad por millón de habitantes por la pandemia, que es muy cercana al número del conjunto de la Unión Europea toda.
Goñi Cabello, exdirector de Vinculación del Programa de Resultados Preliminares Electorales (PREP) del otrora IFE, destacó que tampoco está en la cárcel ningún “pez gordo”, por corrupción ni por crimen organizado.
Lamentó también la centralización de todos los recursos y fideicomiso, “aún a costa de sacrificar sin FONDEM a su estado natal. Querer distribuir recursos directamente, es un delito electoral, así como promoverse en periodos de campañas locales con la conferencia mañanera también es delito electoral”.
Para el analista político, el único cambio que se percibe es de una transición (más no consolidación) de una democracia con instituciones de vanguardia, ejemplo mundial, a un régimen son signos totalitarios.
Son 40 años de regresión en las ideas e instituciones políticas y económicas que costaron cientos de letras, presupuestos y vidas para construirlas, y ahora son destruidas en 24 meses y está comprobado que no funcionan ni funcionarán. A Fidel Castro y Hugo Chávez les llevó décadas, no meses, hacerlo”, puntualizó.