En el marco de la celebración del 197 aniversario la fundación del municipio de Calimaya, la Secretaría de Cultura y Turismo del Estado de México presentó algunas de las riquezas turísticas y culturales de esta demarcación municipal, que se encuentra a 35 minutos de Toluca.
Fundado principalmente por indígenas matlazincas, actualmente es conocido por su música vernácula, además de que cuenta con un gran número de atractivos turísticos y una fascinante tradición cultural y artesanal.
Es reconocido por ser cuna de grandes agrupaciones de mariachi, declarado en 2011 por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad y que en este sitio se preserva el conocimiento y la tradición.
En el centro de Calimaya es frecuente escuchar grandes éxitos de mariachi que alegran a locales y a visitantes, a cargo de músicos que también participan en un festival anual que se ha logrado posicionar como uno de los mejores en la entidad mexiquense y que forma parte de la identidad de un municipio que ha cautivado a la gente con su cultura, tradición y gastronomía.
Otro de los principales atractivos de Calimaya es el Parque Ecológico “Zacango”, que cuenta con más de 180 especies diferentes de animales, lo que lo convierte en uno de los complejos de su tipo más importante del país y de los más sobresalientes de América Latina. Este parque cuenta con juegos infantiles, un tren para recorrer el lugar y un área de comida.
Otra opción para pasar un excelente momento en familia es visitar el Parque Ecoturístico Calimaya, cuenta con asadores y palapas para hacer un día de campo, además de juegos infantiles, áreas verdes, montar a caballo y visitar el helipuerto, el cual tiene una increíble vista del volcán Xinantécatl, mejor conocido como Nevado de Toluca.
En tu visita a Calimaya, puedes conocer el ex rancho “La Esperanza”, una prominente hacienda del Siglo XVIII, patrimonio cultural resguardado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), además de “La Torre del Reloj”, uno de los atractivos más representativos, símbolo de la época revolucionaria, y la Capilla abierta del ex Convento de los Franciscanos, ubicada en el corazón de este municipio, que data del Siglo XVI. Actualmente comparte el lugar con las parroquias de San Pedro y San Pablo.