El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, calificó como “inaceptable e inexplicable” la decisión de la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, de vetar la asistencia del rey Felipe VI a su toma de posesión.
En una rueda de prensa ofrecida en la sede de Naciones Unidas en Nueva York, donde participa en la Asamblea General, Sánchez lamentó esta “polémica” entre dos naciones con profundas conexiones históricas y culturales.
Expresó su descontento ante la situación y subrayó que tanto España como México son “pueblos hermanos”. Según el mandatario español, no entiende por qué Sheinbaum ha decidido excluir al monarca español de un acto de gran importancia diplomática.
Sánchez recordó que Felipe VI ha asistido a todas las ceremonias de toma de posesión de presidentes iberoamericanos desde que asumió como rey en 2014, y antes de eso, como príncipe heredero. El mandatario español expresó su “enorme tristeza” por el incidente diplomático, que afecta las relaciones entre “dos países hermanos”.
El presidente insistió en que su deber es “defender y proteger” a las instituciones españolas, y consideró incomprensible la exclusión del monarca, especialmente dado el “alto nivel de relación” entre ambos países. Además, reconoció que la situación le genera “frustración”, ya que esperaba que las negociaciones diplomáticas pudieran resolver el asunto, considerando que tanto el gobierno de España como el de México son progresistas.