Sara Hernández y Rocío Hernández, esposas del gobernador David Monreal Ávila y el alcalde de la ciudad de Guadalupe, José Saldívar García, –ambos morenistas– encabezaron una sesión de cabildo
en un templo católico, en la que entregaron las llaves de la ciudad a la representación de la Virgen de Guadalupe, conocida como La Preladita.
Esta acción, realizada la noche del domingo, fue muy cuestionada en redes sociales de la entidad con el argumento de que es una violación a la separación Iglesia–Estado.
Durante la homilía dominical presidida por dos sacerdotes católicos en la iglesia ubicada en el convento franciscano de esta localidad, conurbada a la capital de Zacatecas, justo frente al jardín Benito Juárez, se instaló
una sesión de cabildo y se colocaron delante de las bancas del templo sillas para regidores morenistas y panistas.
En un comunicado difundido por el gobierno municipal, a cargo de José Saldívar García, se informó: con devoción, fe y esperanza se hizo entrega de las llaves de la ciudad a nuestra Preladita, por un Guadalupe de paz y bien
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La Preladita es la imagen de bulto, de unos 90 centímetros de altura, de la Virgen de Guadalupe, que está de visita
en el convento franciscano. Cada año es traída en procesión por miles de feligreses desde la catedral de la ciudad de Zacatecas, a unos 10 kilómetros. Cita el boletín que: la ceremonia, que conjugó elementos civiles y religiosos, fue presentada como un acto que, si bien respeta el marco constitucional (sic), reconoce la dimensión espiritual en la vida de la comunidad
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Sin embargo, esta postura no fue compartida por ciudadanos que descalificaron la acción en redes sociales. Mario Luis Molina Contreras cuestionó: El colmo del absurdo, el gobierno morenista y laico le entrega las llaves de la ciudad a la imagen de la Preladita
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