El cierre de la refinería fue un duro golpe para esta alcaldía ubicada al norte de la capital, pero actualmente, alcalde y población trabajan de la mano en proyectos productivos, de movilidad, cuidado al medio ambiente y seguridad, sin perder su identidad y tradiciones.
Vidal Llerenas Morales, alcalde de Azcapotzalco, encabeza todas las mañanas una reunión de seguridad que -a casi un año de haber tomado posesión- ha rendido frutos, al ser esta zona una de las más seguras de la Ciudad de México, con una baja del 30 por ciento en los índices delictivos respecto a enero pasado y la eliminación casi por completo del robo en microbuses y asaltos por parte de motociclistas.
El morenista presume los resultados de la estrategia contra la inseguridad, que ha permitido una mejor coordinación con la policía capitalina y con la fiscalía, lo que también se ha traducido en obtener órdenes de aprehensión para los delincuentes, quienes son procesados conforme a la ley, “y no se escapan, como afirma (Miguel Ángel) Mancera”.
De enero a septiembre ha bajado la inseguridad alrededor de 30 por ciento, y no se ha registrado en este lapso ningún robo en microbús, porque se han puesto en marcha operativos que los han inhibido, en los cuales la policía se mueve en determinados horarios y rutas.
Para hacer un Azcapotzalco seguro, la alcaldía también ha invertido en 30 cámaras de seguridad adicionales, que están conectadas al C5, siendo la única demarcación que cuenta con este sistema, además de la instalación de alarmas y el programa sendero seguro.
Sin embargo, reconoce que hay delitos que no han bajado, como el robo de auto, “hay un problema serio de robo de vehículos durante la noche, y robo con violencia”, y si bien se han reducido los asaltos a transeúntes, aún siguen.
Para abatir la inseguridad, Azcapotzalco mantiene una buena coordinación con el gobierno de la Ciudad de México y con las demás alcaldías y municipios colindantes, como Miguel Hidalgo, Cuauhtémoc y Gustavo A. Madero, así como Tlalnepantla y Naucalpan, en el Estado de México, que demuestra que no hay un vacío en los límites territoriales.
Llerenas Morales destaca además que la zona industrial de Azcapotzalco, comparada con otras similares en el país, “es el paraíso”, pues si bien hay reportes de robo a choferes o repartidores, no hay robo de contenedores y la inseguridad es “infinitamente menor respecto a otras zonas que sí tienen problemas serios”.
La debacle de la refinería
La Refinería 18 de Marzo fue un ícono para Azcapotzalco, generaba hasta 600 mil empleos, pero en marzo de 1991, el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari ordenó su cierre definitivo, como parte de las acciones para combatir la contaminación y mejorar la salud de los capitalinos.
Fue un duro golpe para los chintololos, pues la generación de empleos cayó a 200 mil en los años 90 y actualmente se mantienen en 400 mil, por lo que el alcalde busca generar polos de desarrollo para fortalecer la actividad económica en esta alcaldía cuya población fue la más importante de la Cuenca del Valle de México, guiada por Tezozómoc.
Hoy en día, Vidal Llerenas tiene la mira en fortalecer la parte industrial, sobre todo en bienes de consumo, “se trata de una zona con potencial logístico, en donde los insumos llegan y salen rápidamente”, dijo.
También se impulsa la oferta de oficina como TecnoParque, un lugar de operación compartida de empresas, así como centros de distribución, donde también haya inversión tecnológica.
“Queremos acelerar esos procesos y dejar de tener solo bodegas y tengamos manufactura, medio mayoreo o mayoreo, centros de distribución u oficinas corporativas, hacia allá nos hemos movido, no contra el mercado, lo que tienes que hacer es impulsar el mercado”, agregó.
Aunado a esto, grandes empresas como Condumex, Pepsico, Bimbo, Sears o Coppel, lejos de irse, se quieren quedar en Azcapotzalco e incluso algunas tienen proyectado ampliar operaciones.
Para el alcalde, el objetivo es “poner a Azcapotzalco como un actor importante en la Ciudad de México, generador de empleos y que recupere su tradición y valor en su centro histórico, por ejemplo”.
Y una de las cartas fuertes es reactivar la zona industrial de Vallejo y convertirla en un polo de innovación, inversión y creación de empleos, “que haya desarrollo no inmobiliario, sino de servicios compartidos, de oficinas, manufactura, venta al mayoreo”, para lo cual se elabora un plan parcial de desarrollo.
Para lograrlo, cuenta con el apoyo de la población, a la que define como “gente que colabora mucho, entiende la labor del gobierno, es una población siempre dispuesta a ayudar y a encontrar juntos soluciones”.
Movilidad, el otro reto
Si bien Azcapotzalco está adecuadamente conectada en materia de transporte público, la población que llega de otras zona de la ciudad y del Estado de México a las fábricas de Vallejo implican un reto en materia de movilidad.
“Hay buenos servicios de transporte: estaciones del Metro, Metrobús, y Suburbano, hay maneras de transportarse, y hoy que el gobierno central está apostando por el trolebús, podría funcionar sobre la avenida Aquiles Serdán”, propuso.
El alcalde, *quien cada vez que puede hace sus traslados en bicicleta*, también apuesta por este medio de transporte y no descarta ciclovías en las zonas céntricas, que permitan a la gente moverse en bicicleta a otras colonias. Incluso, próximamente inaugurará un bici-estacionamiento en el bajo puente de Aquiles Serdán y Camarones.
Vidal Llerenas luce contento cuando se le pregunta cuál sería su legado y responde: “Reactivar y fortalecer la zona industrial de Vallejo y el centro de Azcapotzalco, para que la gente disfrute su espacio público y no pierda sus tradiciones, reordenar el comercio ambulante y mejorar el mercado”.
Así, esta alcaldía que vio construir residencias y palacios en el Porfiriato y tuvo un auge con el tren que corría sobre la calzada que iba de Tacuba a Azcapotzalco, tiene un buen futuro por delante, de la mano de gente y sus autoridades.
Vidal Llerenas en corto
- Lugar para desayunar: Restaurante Nicos
- Lugar para comer: El Rincón Taurino
- Equipo: Pumas
- Transporte: Bicicleta
- Lugar para una cena peculiar: Cantina El dux de Venecia
- Libro que está leyendo: El vendedor de silencio de Enrique Serna
- Color: Morado
- Número favorito: 2
- Ídolo de la infancia: Hugo Sánchez
- Película favorita: Lincoln
- Medio favorito para informarse: Redes sociales
- Lugar para ver una puesta de sol: Parque Tezozómoc