Durante su último informe como presidenta de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia, la ministra Loretta Ortiz Ahlf sostuvo que, México vive un momento trascendental para su historia por lo que hizo un llamado a que, en esta etapa de cierre, las y los ministros salientes no solo reconozcan los aciertos que tuvieron sino que también tomen con seriedad las voces críticas dejando atrás la autocomplacencia.
“No siempre supimos reparar errores estructurales ni reivindicar a tiempo el papel de la judicatura frente a la sociedad en su conjunto. En ocasiones hablamos solo a una minoría, con un lenguaje pensado para unos cuantos, cuando nuestra responsabilidad era hacerlo con claridad y efectividad para todas las personas”, señaló.
En este sentido, Loretta Ortiz adelantó que, como próxima integrante de la nueva judicatura, trabajará con la altura de miras institucional que requiere la justicia mexicana así como con un compromiso inequívoco con la justicia social. “Más allá de modelos o diseños, lo que las y los mexicanos demandan es claro: que la justicia haga una diferencia palpable en su día a día”.
Asimismo, invitó a las y los integrantes del nuevo Poder judicial así como a la sociedad a construir sobre lo que ha funcionado —que es mucho—, pero a poner aún más empeño en remediar lo que no.
“Ha llegado la hora de saldas las deudas históricas que no solo persisten sino que han cobrado muchos intereses. No esperemos a que la historia nos juzgue, la historia se escribe con cada decisión que tomamos, aquí y ahora. El verdadero éxito no estará en los libros del mañana sino en la vida de quienes hoy encuentran la certeza de que su voz al fin es escuchada”, concluyó.