A un año del asesinato del activista, político y expresidente municipal, Alejandro Arcos, familiares, amigos y ciudadanos se reunieron en Chilpancingo para rendirle homenaje y renovar el llamado a la justicia.
El acto contó con la presencia del actual alcalde Gustavo Alarcón Herrera, quien dedicó un discurso contundente ante la falta de avances en la investigación. “Hace un año recibí un estandarte ensangrentado, símbolo del dolor de una ciudad herida, de la indignación de una familia destrozada y de la esperanza interrumpida de un pueblo que clamaba por paz y justicia“, expresó.
En su momento, la FGE detuvo al capitán del Ejército en retiro Germán Reyes, quien es señalado como presunto autor intelectual del asesinato de Arcos Catalán. El motivo sería que el alcalde se negó a entregar cargos de su administración a Los Ardillos. A la fecha, el militar —único detenido por este caso— no ha sido sentenciado por la fragilidad de la acusación en su contra.
Este 23 de septiembre comenzó el juicio oral de Germán Reyes. La FGE presentó cuatro pruebas en su contra, entre ellas el testimonio de un comerciante que fue asesinado, un correo anónimo, información en redes sociales y una llamada de Arcos Catalán a Reyes.
Veinte días después del homicidio del alcalde, 17 pobladores de la comunidad de Chautipan, en la sierra de Chilpancingo, desaparecieron tras entrar al poblado de Tlanicuilulco, en Quechultenango —bastión de Los Ardillos—, a vender trastes.
Los cadáveres de 11 de los pobladores fueron abandonados en la batea de una camioneta en Chilpancingo, en la salida hacia Acapulco. De esta masacre, el Ejército acusó directamente a Los Ardillos y anunció una operación con 400 soldados para rescatar a los pobladores.