¿Cuántas veces te ha pasado que tus ojos presentan sequedad o irritación, o no distingues los objetos porque tu visión es borrosa o simplemente tienes dolores de cabeza? Si estos síntomas son frecuentes y, además, utilizas dispositivos digitales debes tener cuidado porque puedes padecer el Síndrome Visual Informático o por Computadora (SVI).
Este síndrome es un tipo de fatiga visual que se origina al pasar mucho tiempo utilizando las computadoras, los smartphones y demás aparatos tecnológicos. Cuando los síntomas son recurrentes pueden ocasionar que la persona afecte su productividad laboral, escolar o cualquier otra de sus actividades.
Según la Revista Clínica Los Condes, editada por Elsevier (empresa global de análisis de información en ciencia médica) a nivel mundial la prevalencia del SVI es de un 66% y el 74% de las mujeres presenta más riesgo de padecerlo.
Si nos referimos a los síntomas, como el ojo seco, la revista mencionada publica que los jóvenes y la fuerza laboral son los más afectados, ya que ocho de cada 10 estudiantes universitarios y siete de cada 10 trabajadores lo padecen.
Pero no solo es la resequedad, también hay otras molestias que señala Cleveland Clinic como: lagrimeo, picazón, ardor o sensación de tener algo en el ojo; sensibilidad a las luces intensas, problemas para mantener los ojos abiertos. Además, puede afectarse la postura y presentarse dolores en el cuello y la espalda.
Cleveland Clinic refiere que algunas investigaciones muestran que usar las pantallas digitales al menos dos horas puede ser suficiente para desencadenar los síntomas del SVI porque:
• Es necesario enfocar continuamente el dispositivo para ver el texto.
• Hay un nivel bajo de contraste entre las letras y el fondo del aparato, obligando a los ojos a esforzarse más.
• El parpadeo es insuficiente para lubricar el ojo, el promedio deber ser entre 18 a 22 veces por minuto, pero al usar las pantallas se da entre tres a siete veces.
Un dato importante es que, si se utilizan los dispositivos durante al menos cuatro horas al día, pueden presentarse errores refractivos (se impide al ojo enfocar la luz correctamente en la retina causando visión borrosa como la miopía) y afectar la capacidad para enfocar como la insuficiencia de convergencia (los ojos no convergen lo suficiente para una buena visión de cerca), la consecuencia será usar lentes.
Este problema debe preocuparnos porque en México, de acuerdo a la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2024, el promedio de horas que pasa un usuario de internet, según su edad, es el siguiente:
Edad/ Promedio de Tiempo
De 6 a 11 años: 2.6 horas.
De 12 a 17 años: 4.5 horas.
De 18 a 24 años: 5.7 horas.
De 25 a 34 años: 5.6 horas.
De 35 a 44 años: 4.7 horas.
De 45 a 54 años: 3.9 horas.
De 55 a 64 años: 3.2 horas.
De 65 o más: 3 horas.
Como vemos, todos estamos expuestos a sufrir el SIV. Según el Instituto Salmantino de Oftalmología (INSADOF) en España, el aumento del tiempo frente a los dispositivos electrónicos está teniendo un impacto negativo en la salud visual de los más pequeños, contribuyendo al aumento de la miopía.
Porque al enfocar sus ojos cerca de las pantallas y cuanto más tiempo pasan frente a ellas, mayor es el riesgo de que el ojo crezca en longitud, lo que causa la miopía. La luz del sol es esencial para el desarrollo saludable de los ojos, por lo que al estar en interiores con los dispositivos se agrava el problema y porque la luz azul emitida por los aparatos puede alterar los ritmos circadianos, afectando el sueño y la salud general de los ojos.
De ahí que la necesidad sea controlar el tiempo de uso de las pantallas digitales y si se presentan los síntomas acudir con un especialista para que realice un examen de la vista. Además, algunas recomendaciones de Cleveland Clinic para aliviar los síntomas son:
• Lubricar los ojos al parpadear frecuentemente y al utilizar gotas oftálmicas previa prescripción médica.
• Reducir el tiempo frente a las pantallas, usarlas solo lo indispensable;
• Si se usan para trabajar, descansar 15 minutos cada dos horas.
• Probar el método 20-20-20: cada 20 minutos mirar algo que esté al menos a 20 pies (6 metros) de distancia durante 20 segundos.
• Tener una posición cómoda (ergonómica) que evite forzar la vista al inclinarse hacia adelante o estirar el cuello para ver el aparato electrónico.
• Ajustar brillo y contraste para evitar los reflejos y el deslumbramiento, la luz al reflejarse en la pantalla provoca fatiga visual.
• Aumentar el tamaño del texto, no leer letras muy pequeñas.
Especialmente INSADOF, además de lo señalado, recomienda para los niños y adolescentes:
• Evitar los dispositivos en menores de dos años y para los niños y adolescentes, solo los utilicen menos de dos horas al día.
• Asegurarse que pasen tiempo al aire libre, mínimo dos horas al día de exposición a la luz natural, lo que puede prevenir la progresión de la miopía.
• Contar con espacios de estudio bien iluminados y enseñarles a sentarse a una distancia adecuada de las pantallas.
• Realizar revisiones oftalmológicas periódicas.
Los dispositivos digitales nos facilitan la vida, no se trata de eliminar la tecnología, sino de modificar la forma en que la utilizamos y miramos.
La decisión es simple: permitir que el algoritmo decida el ritmo de nuestro parpadeo y la salud de nuestros ojos o ejercer el control responsable y consciente de las pantallas digitales.















