La muerte del astro del fútbol mundial, Diego Armando Maradona, representa la partida del más grande jugador argentino de este deporte, con un sin fin de polémicas en su carrera y vida privada, lo llevaron a ser conocido como el “D10S” del fútbol.
Nacido en el barrio de Lanús en Buenos Aires, desde pequeño mostró facultades para pegarle a la pelota. Siendo todo un prodigio de este deporte, debutó a los 16 años con el Club Argentinos Juniors el 20 de octubre de 1976, sorprendiendo a todos por su calidad con el balón en los pies.
Un año como profesional le bastó para ser convocado a la selección mayor de Argentina y en 1981 firmó con Boca Juniors, club de sus amores y máximo exponente del fútbol local argentino. Aquí Maradona se convirtió en un ídolo total y pronto hizo valijas para jugar en Europa.
Su paso por el viejo continente no fue el esperado pues, aunque llegó a Barcelona como gran figura poco pudo brillar en el cuadro blaugrana y en menos de dos años se marchó a Italia. En Nápoles fue ídolo y leyenda del club celeste en la época de los 80 y se convirtió en un referente del fútbol mundial.
Pero el encumbramiento de su carrera se dio en el mítico estadio Azteca cuando comandó a la selección de Argentina a conquistar la copa del mundo de México 1986. Este certamen es catalogado como el mejor Mundial de la historia de este deporte.
En México 86 deslumbró con sus rutilantes carreras por la banda derecha del arco norte del estadio Azteca, desparramando defensas rivales. Sobre todo en las semifinales contra la poderosa Inglaterra, en este encuentro se gestaron dos de las jugadas más inverosímiles de la historia: la Mano de Dios y el gol del siglo, ambos marcados por el Diego.
Durante el encuentro del 22 de junio de 1986, Argentina tomó la ventaja con un centro por izquierda que contactó con la mano de Maradona y se incrustó en el arco inglés, significando el polémico 1-0 para la albiceleste ante la incredulidad de todos ya que el árbitro había validado el gol. Esta acción fue conocida a la postre como la mano de Dios.
“La hice con la cabeza de Maradona y la mano de Dios”, fue la frase que lanzó el barrilete cósmico al terminar aquel encuentro, en donde no había terminado aún su participación. Apenas cuatro minutos después de los reclamos y que el juego fuera reanudado Diego Armando inventó el gol del siglo.
Una despampanante carrera por la franja del Estadio Azteca emprendida por el “Pelusa” Maradona, dejó sembrados a seis jugadores ingleses, incluyendo al portero y con esa zurda inmortal firmó el que hasta la fecha es catalogado como el gol más bello del siglo XX. Aquel partido terminaría en favor de Argentina por 2-1.
La guinda del pastel vino en la gran final en la mítica cancha del coloso de Santa Ursula en Tlalpan cuando Argentina se impuso 3-2 a la selección de Alemania, consiguiendo así su segundo y hasta ahora último título Mundial en la historia.
Maradona en los 90: Fútbol, droga y rock and roll
La década de los 90 nos mostró la decadencia del ídolo Maradona, la polémica fue su estandarte y su recalcitrante amor al comunismo, a Fidel Castro y al “Che” Guevara le acarrearon un sin fin de polémicas, la más grande de ellas quizá, fue curiosamente en suelo norteamericano.
En el Mundial de Italia 1990 Diego Armando llevó a su segunda final de copa del mundo a Argentina, tras caer con los locales en la final la vida de Maradona dio un vuelco y un año más tarde fue su primer doping positivo y fue suspendido durante 15 meses de las canchas.
En la Copa del Mundo de Estados Unidos en 1994 en un encuentro de la fase de grupos de la selección Argentina, Diego Maradona fue requerido por las enfermeras de la FIFA tras haber dado positivo por cocaína en el control antidopaje realizado previo al arranque del Mundial. El capítulo más negro de la carrera de Diego y su debacle definitivo.
Participó en cuatro copas del mundo como futbolista en la selección de Argentina y una más como director técnico del conjunto albiceleste
Luego de haber dejado sus mejores años como futbolista, Diego Maradona vivió rodeado de excesos y lujos que le daban ser el “D10S del fútbol” en una tierra de mortales. Juicios, divorcios, polémicas declaraciones y adicciones fueron el pan de cada día para Maradona hasta que dejó el fútbol definitivamente en 1997.
Lejos de las canchas fue conductor de televisión, político, directivo, embajador de la ONU, un sin fin de profesiones que en el año 2000 vieron desfallecer a Maradona por un paro cardíaco provocado por el sobrepeso que la estrella padecía.
20 años más tarde por fin pudo descansar en paz, el hombre que inspiró la religión “Maradonista” en Argentina y que cuenta con un gran número de adeptos, el que se inventó el gol del siglo y al que seguramente se le extrañara para siempre.
Así fue él, un genio moderno que regía su vida bajo tres pilares: fútbol, drogas y rock and roll, si bien no fue un ejemplo de vida fuera de la cancha, dentro de ella era único, icónico, mágico, capaz de trascender el tiempo y seguir inspirando a miles de futbolistas. Que en paz descanse, Diego Armando Maradona.