Cuando escuchamos el término mascota lo primero que viene a nuestra cabeza es un perro o un gato, puede ser también un pez o un hámster, sin embargo, en el sentido estricto de la palabra también puede tratarse de una persona o cosa a la cual se le atribuyen virtudes para alejar desgracias o atraer la buena suerte, en general, nos referimos a las mascotas como animales de compañía.
La fascinación del hombre por los animales exóticos lo ha acompañado a lo largo de su historia, y en muchos casos se trata de una demostración de estatus, los monarcas o grandes conquistadores solían acumular regalos en forma de elefantes, tigres, leones, chitas, aves multicolores, etc; el pintor Salvador Dalí solía pasear por las calles de Barcelona con un oso hormiguero como mascota y de ahí en más, muchos ricos o famosos se hacen acompañar de distintas especies de animales exóticos como, simios, orangutanes, koalas, walabis, tigres, lémures, cisnes, monos capuchinos y una larga lista de especies.
Una mascota exótica es toda aquella que no sea perro, gato o caballo y la globalización es un fenómeno que nos ha permitido tener a la mano especies de otras regiones del mundo con mucha mayor facilidad, y no estamos hablando del comercio ilegal, que está penado por la ley mexicana y que constituye un crimen, se trata de especímenes provenientes de criaderos legales que cumplen con las normas de manejo y bienestar animal.
Para poder adquirir una mascota con estas características debes hacer una serie de consideraciones previas, primero asesorarte con un experto de preferencia certificado, luego pensar que animal es adecuado para ti pensando en los hábitos de la especie, tamaño, esperanza de vida, instalaciones adecuadas, etc, preguntarte con total honestidad si tienes el tiempo, la energía, la paciencia y la economía para adquirir esa responsabilidad, que el animal tenga una procedencia legal, que no sea un ejemplar salvaje de especies protegidas, que tengamos disponible un veterinario de cabecera capacitado para la especie en particular y verificar que no se encuentre en la lista de especies invasoras; definitivamente si dudas en cualquiera de estas consideraciones es mejor no adquirir una mascota exótica.
Cuando hablamos de especies invasoras nos referimos a aquellas que desplazan a las especies nativas de un sitio, pueden transmitir enfermedades, destruir la biodiversidad y causar estragos en el hábitat, cabe aclarar que no todas las especies exóticas son invasoras, lo logran cuando se hacen autosostenibles y se expanden en poco tiempo a otros territorios.
En México se han descrito 724 especies invasoras de flora y fauna, 43 de ellas altamente peligrosas, entre ellas destacan la rana de uñas africana, esta se vende como mascota y es una rana carnívora que depreda a muchas otras especies de ranas y anfibios nativos y que no la controlan los depredadores naturales por ser muy tóxica, otro ejemplo es la tortuga de florida o tortuga de orejas rojas que es una mascota muy popular que al ser liberada causa muchos problemas y al ser omnívora se alimenta casi de todo incluyendo anfibios en riesgo, esta tortuga se adapta a muchos hábitats con un comportamiento territorial y muy voraz, puede reproducirse con tortugas locales y producir híbridos, además de transmitir enfermedades; otros reptiles invasores son el pitón verde de Nueva Guinea, el gecko leopardo, aves, roedores, etc. Así que ya sabes si piensas adquirir una mascota exótica piénsalo dos veces y nunca los liberes o abandones.