Tal vez no hayan participado en ninguna gesta heroica como los hicieron algunos de sus antepasados en el Castillo de Chapultepec pero, sin duda, son niños héroes soportado la indiferencia, la indolencia y la ligereza de criterio de un gobierno que no atiende las urgencias de salud de la población.
Los niños y adolescentes con cáncer, con comorbilidades o sin recibir la vacuna anticovid merecen un reconocimiento ante tanta adversidad que deben soportar por causa de un gobierno que, además de su falta de empatía con el dolor de este sector, rehúye a sus obligaciones constitucionales.
La administración cuatroteísta se ha desentendido de estos infantes y adolescentes, con tal de ahorrarse unos cuántos centavos. Prefiere destinar multimillonarios recursos a obras que, hipotéticamente, darán frutos a futuro. Por el momento solo implican gastos qué podrían calificarse de innecesarios, ante las urgencias de salud derivadas de la pandemia.
Dinero público que, así como se las gasta la eficiencia y eficacia del actual gobierno, con seguridad se convertirá en deudas para las futuras generaciones de mexicanos a los que este gobierno les regatea atención.
Sostener que entregar unos cuantos centenares de vacunas a niños cuyos padres han recurrido al amparo para obtener la inmunización al coronavirus, y criticarlos por ello como hacen el presidente López Obrador y el vocero de la pandemia, Hugo López Gatell, pone al descubierto el profundo humanismo pregonado por el cuatroteísmo que les permite dormir tranquilos y con la conciencia tranquila.
De acuerdo con cifras oficiales, hasta mediados de agosto, había más de 60 mil infantes contagiados y un poco más de 600 que habían un fallecido a causa del Covid-19. A pesar de ello, el subsecretario de Salud, les resta importancia a estas defunciones de menores. “La mortalidad en adolescentes y niños ya era muy baja en la segunda ola y continúa siendo muy baja en la tercera ola” asegura con el desparpajo y cinismo que le caracteriza.
Parece increíble que el presidente Andrés Manuel López Obrador respalde tal postura para negar a este sector de la población encontrar mejores condiciones de vida y, en cambio, prefiera regalar vacunas a habitantes de naciones centroamericanas y del Caribe.
Por eso mismo hemos considerar a esta población como los nuevos niños héroes de México, pues si nos basamos en la actuación de las presentes autoridades, los tienen en la indefensión y el abandono como a muchos otros compatriotas, pues cada día que pasa terminan por mandarnos al carajo por demandarles cumplan con su mandato.
Estos niños y adolescentes no han necesitado de envolverse en la bandera tricolor ni tener que defender a la patria ante una invasión extranjera. Su heroísmo está en no dejar de luchar para obtener los medicamentos que les permitan vivir o sobrevivir en un mundo en el que las dificultades cada día son mayores.
Negarles posibilidades para la defensa de su salud a la población infantil es un gesto inaceptable en cualquier parte del mundo. En el caso de México, la indiferencia oficial ante el dolor de víctimas, deudos y damnificados debe ser considerado un comportamiento criminal.
Más de medio millón de muertos por Covid-19 y otras enfermedades por falta de instalaciones, insumos y medicamentos son un indicador de la calidad y superioridad moral que presume la administración lopezobradoriana: oscuridad de su casa y farol de la calle.
He dicho.
EFECTO DOMINÓ
Curiosa la congruencia ideológica del líder del PRI, Alejandro Moreno. Como diputado, ya aprobó iniciativas de Morena, como la de las fuerzas armadas, y cuando el gobierno morenista invita a un militante tricolor distinguido a una posición, lo amenaza con la expulsión del Revolucionario Institucional.
@Edumermo