En el primero de una serie de cuatro videos, que presentará de aquí al 4 de octubre, fecha en que está programada su audiencia, Anaya aporta datos concretos que desmienten la acusación de Lozoya en su contra.
La carpeta que después de 13 solicitudes formales y de 3 órdenes judiciales le entregó la FGR a los abogados de Anaya, consta de 5 tomos principales y de 71 anexos. “Ya entendí por qué no me querían entregar la información”, dice Anaya. “En su inmensa mayoría es paja, basura… Muy poco de esto se refiere a mí. Pero en lo que sí se refiere a mí, encontré un montón de pruebas… pero ¡de mi inocencia, pruebas de lo corrupto y tramposo que es López Obrador!”
Asegura Anaya que toda la acusación en su contra “tiene que ver con un pacto perverso entre Lozoya y López Obrador”. Emilio Lozoya, exdirector de PEMEX, recibió 10 millones de dólares de la empresa Odebrecht. “O sea, debería estar en la cárcel y debería regresar el dinero, pero hizo el pacto con López Obrador. Lo dejaron en libertad. Y lo están dejando quedarse con el dinero”.
“Ahora, ¿a cambio de qué? Pues muy fácil: de que Lozoya diga que sí recibió el dinero, pero que él no se lo quedó, que se lo dio, casualmente, a los adversarios de López Obrador, como yo, por ejemplo”, explica Anaya en el video.
A continuación, enumera los datos falsos que encontró al analizar la carpeta de investigación. La declaración original de Lozoya en la que aseguraba que un enviado suyo había entregado recursos a Anaya dice que esto sucedió el 8 de agosto de 2014, en el estacionamiento subterráneo de la Cámara de Diputados. Al darse cuenta de que ese día Anaya no se encontraba en la Ciudad de México, alteraron la declaración y en lugar de 8 de agosto pusieron “primera semana de agosto”.
En su declaración, Lozoya asegura que Norberto Gallardo, miembro del Estado Mayor y su jefe de escoltas, acudió en un vehículo tipo Charger blanco que supuestamente entró por la calle de Emiliano Zapata al estacionamiento del sótano la Cámara y que ahí lo esperaba Anaya con su particular. Pero según un documento oficial de la Cámara, resultado de una solicitud de información hecha por el propio Anaya, ninguno de estos datos es verídico.
Primero, porque no existe ningún acceso vehicular para visitantes por la calle de Emiliano Zapata. Los accesos vehiculares para visitantes se encuentran sobre la Av. lng. Eduardo Molina (puerta 3), y sobre Sidar y Rovirosa (puerta 4). Segundo, porque de acuerdo a los lineamientos de la misma Cámara, está prohibido el acceso a vehículos de escolta o a miembros de corporaciones. Tercero, porque para esas fechas Anaya ya no era diputado y tampoco tenía corbatín y tarjeta de proximidad para el acceso. Y lo más importante: la respuesta oficial de la Cámara de Diputados acredita que ni el ayudante de Lozoya, ni Anaya, ni su particular, estuvieron en ese lugar ningún día de esa semana. La solicitud de información incluyó la siguiente pregunta:
“¿Existe algún registro (oficio, anotación, fotografía, video, placas de vehículo, o cualquiera otro) de la autorización de ingreso al estacionamiento cubierto de basamento de alguna de las siguientes personas, en el periodo comprendido entre el 1 y el 10 de agosto de 2014: Norberto Gallardo [el ayudante de Lozoya], Osiris Hernández, Ricardo Anaya?”
Anaya comparte que la respuesta de la Cámara de Diputados fue contundente:
“No existe registro alguno, ni de solicitud ni de autorización de ingreso al estacionamiento cubierto de basamento de ninguna de las tres personas referidas (Norberto Gallardo, Osiris Hernández, Ricardo Anaya) durante el periodo comprendido entre el 1 de agosto y el 10 de agosto de 2014”.
“Aquí está el escrito FIRMADO y con sellos en original. Tengan para que aprendan los corruptos mentirosos de la 4T”, remata Anaya.
“O sea, por donde lo vean: no había manera de que el supuesto enviado de Lozoya entrara al estacionamiento cubierto, y está clarísimo que yo no estaba ahí”, asegura Anaya.
Además, refuta Anaya, la acusación de la FGR, fruto del pacto entre Lozoya y López Obrador, es absurda, porque no había motivo para dar un soborno en agosto de 2014 a alguien que ya no era diputado desde marzo de 2014, y que había emitido su voto 7 meses antes, puesto que la Reforma energética se aprobó desde diciembre de 2013. Máxime cuando Anaya fue, junto con su partido, Acción Nacional, uno de los principales impulsores de esa reforma desde tiempo atrás. “¡Pues habría sido el soborno más tonto de la historia!”, ironiza Anaya, “así de estúpida es la acusación”.
“O sea que López Obrador me quiere meter a la cárcel 30 años con una historia de puras mentiras. Andrés Manuel, te has convertido en lo que tanto criticabas: en un mentiroso y corrupto vulgar, en un tirano que tuerce la justicia para sus venganzas personales”, remata Anaya el video.
“Ahora, si creen que lo que hoy les presenté es contundente, espérense a ver lo que les voy a enseñar mañana”, concluye Anaya al anunciar la segunda entrega de la serie de cuatro videos.