En lo que va del 2021, la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco (CEDHJ) ha emitido tres recomendaciones por abuso policial y tortura cometidos por policías municipales de Tlajomulco de Zúñiga, mientras las quejas en este periodo suman cerca del medio centenar.
La última de estas recomendaciones (150/2021) se emitió al confirmarse que el disparo de un arma de fuego, detonada por un policía, le arrebató la vida a un hombre, el cual falleció en brazos de su madre.
Por este concepto, en 2021 la Comisión ha emitido tres recomendaciones en Tlajomulco, por probables casos de tortura cometidas por sus elementos; sin embargo, no ha sido la primera vez en que la defensoría de los Derechos Humanos se pronuncia por abuso de autoridad en este ayuntamiento gobernado por el alcalde emecista reelecto, Salvador Zamora.
En estos meses, se han recibido 42 quejas en contra de elementos de la Comisaría de Seguridad Pública del municipio, apenas dos menos que en todo el 2020 y con señalamientos reiterados de abuso y tortura.
Además, las denuncias del último par de años y las actuales no muestran cambios en rubros preocupantes como violación al derecho a la legalidad, trato digno, integridad, detención arbitraria, tortura, extorsión, entre otros, que son motivo de preocupación para especialistas en la vigilancia de los derechos humanos.
De hecho, entre las recomendaciones del CEDHJ, la más reciente fue dirigida al propio presidente municipal, luego de que se confirmara que uno de sus policías cometió homicidio contra un hombre que estaba esposado.
Los hechos ocurrieron durante la madrugada del 30 julio 2020, en el parque industrial Buenavista. Tres policías detuvieron a una persona a la que se le acusaba de posesión de drogas. Esposado, el hombre terminó con un disparo y murió en brazos de su madre.
Diversas investigaciones determinaron que los policías cayeron en contradicciones y en falsedad de declaraciones.
A las quejas contra sus agentes municipales, debe sumarse el que Tlajomulco de Zúñiga se ubique en los primeros lugares con mayor número de homicidios, hallazgo de fosas clandestinas y de “ordeña” de ductos de Pemex.
En algunas colonias los habitantes denuncian que incluso la misma policía no se atreve a patrullar debido a la violencia que las rodea: balazos, pleitos y hasta abandono de cadáveres.