Al presidente Andrés Manuel López Obrador no le hizo sentido la declaración del sacerdote Javier Ávila, líder de la comunidad jesuita en Cerocahui, Chihuahua, quien el pasado 24 de junio dijo que “los abrazos ya no nos alcanzan para cubrir los balazos”.
Cinco días después, el mandatario respondió este jueves en la conferencia matutina con un cuestionamiento: “¿Vamos a apostar a la guerra?”.
“Esas expresiones de que no nos alcanzan los abrazos. ¿Qué quieren entonces los sacerdotes? ¿Que resolvamos los problemas con violencia?
¿Vamos a desaparecer a todos? ¿Vamos a apostar a la guerra? ¿Por qué no actuaron cuando (estaba) Calderón de esa manera? ¿Por qué callaron cuando se ordenaban las masacres? Cuando se puso en práctica el ‘mátalos en caliente’. Cuando se decía a los altos mandos del Ejército ustedes hagan su trabajo y nosotros nos encargamos de los derechos humanos. ¿Por qué esa hipocresía?”, sostuvo López Obrador.
Luego de que el pasado 20 de junio asesinaran a tiros a los jesuitas Joaquín César Mora Salazar y Javier Campos Morales, así como del guía turístico Pedro Eliodoro, en iglesia de la plaza del pueblo de Cerocahui, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) pidió a las autoridades escuchar a las víctimas de la violencia y a los expertos para corregir políticas de seguridad.
“Respetuosamente pedimos señor Presidente de la República, revise su proyecto de seguridad pública, porque no vamos bien, y esto es un clamor popular. Este evento lamentablemente no es aislado en nuestro país, un país invadido por la violencia y por la impunidad”, advirtió Jesús Ávila.