El presidente Andrés Manuel López Obrador acusó que la Fiscalía Especializada para el caso Ayotzinapa trató de “dinamitar” las investigaciones.
En su conferencia de prensa matutina, señaló que se buscó aumentar de seis a 20 el número de militares acusados en la desaparición de los 43 normalista de la Ayotzinapa para que no se actuara.
Se tomó la decisión de actuar sin cerrar la investigación que sigue abierta, porque inmediatamente surgió la sospecha de `cómo es que en el informe se habla de 30 involucrados y se cancelan 80 ordenes de aprehensión. Yo sostengo, aquí lo he dicho que quisieron dinamitar la investigación para que no se actuara.
Entonces por eso, sin tomar en cuenta el informe, le agregaron a más responsables pensando que con eso pues ya no íbamos a poder tomar la decisión porque si en vez de seis militares eran 20, pues ya no íbamos a poder actuar, anotó.
Y si en vez de los que estaban aparecían otros, no estoy diciendo que sean inocentes y que ya se exoneró, sencillamente no estaban en le informe y la instrucción es vamos a que si existen pruebas sobre estas personas que aparecen en el informe, se actué.
“Ese fue el acuerdo, porque es un asunto que estamos manejando de manera coordinada el Poder Judicial, la Fiscalía, y el Ejecutivo porque nos importa mucho”, dijo.
A su vez, el subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas, respondió al diario The New York Times que la investigación del caso Ayotzinapa no está en riesgo, por lo que defendió las pruebas que se tienen.
Aclaró que “no fue así” lo expresado al diario estadunidense en entrevista acerca de que había reconocido que las capturas de mensajes de Whatsapp presentados como pruebas podían no tener sustento.
De acuerdo con la información del The New York Times, el funcionario federal reconoció que las supuestas conversaciones entre integrantes del crimen organizado y funcionarios en torno a la desaparición y asesinato de los 43 normalistas de Ayotzinapa no habían sido verificadas y se desecharon.
Al ser cuestionado esta mañana sobre el texto de este diario, el subsecretario se dijo sorprendido por lo publicado, por lo que rechazó que él haya descalificado el trabajo de la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa y el cual encabeza.
“Ha sido muy difícil comprender lo que es un proceso de investigación tan complejo. Incluso la información que le brindamos a The New York Times, ya abordamos este tema. “Yo, en la información que les brindé, soy el principal sorprendido. Esa idea de que yo autodescalifiqué mi trabajo, pues la verdad no fue así, sería una falta de respeto a los compañeros y las compañeras de equipo de trabajo que me han acompañado de manera seria y profesional”, comentó.
Al ser cuestionado acerca de que las pruebas que aún no se han podido validar podrían poner en riesgo la investigación del caso Ayotzinapa, Encinas Rodríguez sostuvo que eso no sucederá.
Y es que, explicó, aun si se descartaran algunas capturas de pantalla de los mensajes de Whatsapp, “hay algunos tan consistentes que, quitando la captura, siguen vigentes”. Lo anterior, debido a que se integran análisis de comunicaciones, análisis en expedientes, entrevistas y recogidos por la Comisión de la Verdad, informes del GIEI, de la Sedena, recomendaciones de la CNDH, entre otras fuentes.
Así, ejemplificó el caso de una comunicación entre El Negro y El Chino, en el que se aborda cómo fue la desaparición de los restos de los jóvenes normalistas.
Independientemente que están acreditados los metadatos que acreditó el equipo técnico sobre estos mensajes, hay 12 fuentes complementarias, de coincidencia, de match, en este mensaje que tienen que ver con los testimonios del Beny, Carla, Steven, Polo, el expediente de la Sedena a las intercepciones de la Sedena, análisis de telefónicos, ordenes de aprehensión, testimonio de Felipe ‘N’ de Neto, recomendaciones del GIEI incluso recomendaciones de la CNDH”, sostuvo el funcionario federal.
Encinas Rodríguez además acusó que se continuarán con las investigaciones pese a lo que calificó como una “campaña de descalificaciones” que busca hacer tambalear el informe del caso Ayotzinapa.
Incluso dijo que dicha campaña, que busca desprestigiar su trabajo y el de quienes han participado en el informe, afecta a los padres y madres de los normalistas.