La reforma laboral y los compromisos derivados del Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá están representando retos y oportunidades para el sindicalismo mexicano, los cuales se pueden superar y aprovechar gracias a la colaboración entre las partes involucradas.
Así lo externaron dirigentes de la Confederación de Trabajadores y Campesinos (CTC) y funcionarios de la embajada de Estados Unidos en nuestro país, durante el encuentro que sostuvieron,, en medio de un ambiente de estrecha colaboración, a fin de solventar los compromisos que aún deben cubrirse.
La visión del sindicalismo actual, señalaron Abel Domínguez Azuz y Raúl Domínguez Rex, Secretario General y Vicepresidente de la CTC, se traduce en los tiempos actuales en una auténtica representación de los trabajadores y en el mejoramiento de sus condiciones de vida, sin descuidar los conceptos de valor que caracterizan al sindicalismo nuevo.
Agradecieron la apertura de los funcionarios de Estados Unidos, pues eso le permitirá a la central que representan defender mejor los intereses de las clases trabajadora y campesina, en un mundo donde la mano de obra barata dejó de ser una ventaja competitiva.
De parte de la representación diplomática estadounidense estuvieron presentes Naomi Fellows, consejera laboral y titular dela Unidad de Trabajo y Competitividad en la Sección Economía de la embajada de EU en la Ciudad de México, y Mauricio Cortés, agregado laboral del Departamento del Trabajo de Estados Unidos.
Ambos funcionarios refrendaron la disposición del gobierno de su país para encontrar soluciones ante posibles quejas o conflictos que pudieran llegar a presentarse por la implementación del aspecto laboral del T-MEC.
Un asunto que se resaltó durante el intercambio de puntos de vista fue el relativo a los cambios sustantivos registrados en las últimas dos o tres décadas en materia de manufacturas y producción agrícola en México, que obligan a avanzar en un tratamiento más equilibrado entre los trabajadores de los países miembros del tratado comercial, a fin de evitar sanciones.
En ese sentido, se puso de manifiesto el interés de los dirigentes sindicales de la Confederación, por conocer con mayor detalle los mecanismos y esquemas de ayuda que tiene el gobierno estadounidense, a fin de poder cumplir de mejor manera con los requisitos del T-MEC.
En su oportunidad, el presidente del Comité Ejecutivo Nacional de la CTC, Amador Monroy Estrada fue muy enfático al señalar que el cambio en el marco jurídico laboral nos toca a nosotros hacerlo realidad, porque garantiza mejores derechos a los trabajadores y trabajo decente y bien remunerado.
Si bien reconoció que es difícil que en el corto plazo México iguale las condiciones laborales prevalecientes en EU y Canadá, Monroy Estrada aseguró que se va transitando hacia esa meta con entusiasmo.
Tanto lideresas y lideres de la CTC con representación en toda la República, como funcionarios estadounidenses convinieron en mantener abiertas las líneas de comunicación, a efecto de avanzar en los asuntos pendientes, junto a las autoridades laborales de ambas naciones.