El diputado del PRD, Antonio Ortega Martínez, acusó al director de la CFE, Manuel Bartlett, y a la secretaria de Energía, Rocío Nahle, de aprovechar el anuncio del gobierno de Texas, quien suspendió la venta de gas natural a México por la tormenta invernal, para justificar su negligencia y apagones en el país.
“Después de dos días de la crisis de combustible en el norte del país, aparecen con el fin de justificar su negligencia, irresponsabilidad y falta de visión, que han derivado en el desabasto de energía eléctrica en diversas entidades del país, pero, sobre todo, justificar los daños y las consecuencias gravísimas que su descuido provocará en los próximos meses”, aseveró.
Exigió la comparecencia de ambos funcionarios ante la Cámara de Diputados para presentar sus informes y se tomen medidas frente a lo que llamó “una fatal negligencia, irresponsabilidad y error de previsión, como política pública que tienen entre sus atribuciones.
“Lo que no reconocerán nunca Bartlett y Nahle es la falta de visión, responsabilidad política y de previsión. Sabían que se avecinaba la tormenta invernal y debieron haber previsto las posibles consecuencias”.
Ortega Martínez sostuvo que “un mal mucho más profundo y grave les impidió cualquier toma de decisión: suspendieron contratos de compra de gas natural (anuales, como se venía haciendo), con la idea de que las ‘variaciones del mercado’ no justificaba un pago con cobertura”.
Es decir, entre marzo y noviembre (del 2020, alrededor de ocho meses), alcanza un precio máximo de 5 dólares la “molécula” (de gas natural); y durante cuatro meses de invierno, los precios se elevan de 200 o 300 dólares.
Durante muchos años México acudió al mercado “de futuros” y establecía contratos anuales pagando cada mes, invariablemente, una cuota por encima del valor de la “molécula” en el mercado, indistintamente de los meses (los cuatro de invierno, en donde se dispara el precio del mercado, y los ocho en los que se registra una baja del precio del combustible, anotó.
La segunda falla es que los pronósticos meteorológicos anunciaban perfectamente los riesgos y no tomaron previsiones para aminorar las consecuencias. Es hasta hoy que están empezando a tomar medidas.
Y la tercera falta, sostuvo, es la suspensión de las rondas para las asociaciones público-privadas que habrían garantizado la construcción de instalaciones para el almacenamiento y distribución de gas.