Personal científico y técnico del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) realizó un sobrevuelo para observar las condiciones morfológicas del volcán.
También participó personal especializado del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) con apoyo de la Guardia Nacional para salvaguardar la vida de la población aledaña al coloso.
Fue posible determinar que las dimensiones del borde del cráter interior tienen un diámetro aproximado de 390 a 410 metros, lo cual indica que no hay cambios importantes con respecto a lo observado en el sobrevuelo de febrero de 2022.
Sin embargo, se aprecia que el fondo se encuentra azolvado por los remanentes de los domos previos y material fino, lo que contribuye a que la profundidad sea ligeramente menor, siendo de 160 a 180 metros.
Se pudo distinguir la presencia de un pequeño domo con un diámetro aproximado de 30 a 40 metros y una altura entre 5 y 10 metros, consistente con lo observado en las imágenes de satélite de ayer. Asimismo, se identificaron dos zonas de emisión de gases en el piso del cráter interno.
Con base en los diferentes parámetros que se monitorean y la información obtenida durante el sobrevuelo, se espera que continúen emisiones de ceniza y explosiones similares a las observadas en semanas recientes.
Estos escenarios están contemplados en el nivel Amarillo Fase 2 del Semáforo de Alerta Volcánica. Por ello, se reitera el llamado a la población a respetar el radio de restricción de 12 kilómetros y no intentar ascender al volcán.