En el municipio de Lázaro Cárdenas, situado en el norte de Quintana Roo y uno de los más pobres de la entidad, el presidente Andrés Manuel López Obrador dio el banderazo de salida a las obras correspondientes al tramo 4 del Tren Maya.
Este tramo, que irá de Izamal a Cancún, fue adjudicado de forma directa a la empresa ICA, ya que tiene los derechos de la autopista Mérida-Cancún y posee los derechos de vía; el contrato para la empresa se eleva a cerca de 27,000 millones de pesos.
Ahí, López Obrador advirtió que ICA y el resto de empresas constructoras deben apegarse al presupuesto y al tiempo convenido de 28 meses para finalizar el proyecto.
“Nada de que llovió mucho y no se pudo trabajar, tenemos que terminar en tiempo y en presupuesto y claro que se puede, ahí está el ejemplo de los ingenieros militares que están construyendo el Aeropuerto Felipe Ángeles”, subrayó.
Ante los secretarios de Turismo, Miguel Torruco; de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez; el titular de Fonatur, Rogelio Jiménez Pons, así como el gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, el mandatario subrayó que en los cinco tramos del tren se van a generar 80 mil empleos directos.
El año próximo, cuando ya esté a toda su capacidad esta obra, se calcula que se van a crear alrededor de 150 mil empleos directos, lo que -dijo- ayudará mucho luego de la crisis económica por el Covid-19, “por eso es muy oportuno iniciar esta obra, aquí en Lázaro Cárdenas”, enfatizó.
López Obrador explicó que en este mes se va a licitar el tramo Cancún-Tulum, mientras que el de Izamal a Cancún fue concesionado a la empresa ICA que, a su vez, tiene la concesión desde hace años, de la autopista, con un contrato de alrededor de 27 mil millones de pesos.
Destacó que la obra integrará a todo el sureste del país y comunicará las antiguas ciudades mayas en la “zona arqueológica más importante del mundo”, las ciudades coloniales de la región y localidades modernas, como Cancún.