• En respuesta a Elon Musk, quien busca donar seis mil millones de dólares para acabar con la pobreza en el mundo, a condición de la transparencia en el manejo de recursos, Alfonso Jiménez Pérez, CEO de Isatek y miembro fundador de las juventudes de la ONU en México, dijo que la empresa regiomontana está dispuesta a donar la tecnología “blockchain” necesaria que dé trazabilidad a la iniciativa del magnate y emprendedor.
Al enterarse del reciente anuncio del director general de SpaceX, Tesla Motors, entre otros consorcios mundiales, el empresario de Monterrey se congratuló de ello y manifestó disposición a apoyar, por lo que incluso envió una misiva al Secretario General de la ONU, António Guterres, donde le expone su intención de donar al organismo internacional dicha tecnología.
“Es muy interesante la propuesta de Musk y queremos mandarle un mensaje a él, que Isatek, como empresa, donaríamos la tecnología ‘blockchain’, para que esos recursos tengan trazabilidad”, expresó Jiménez Pérez.
Subrayó que “se trata de que los recursos donados lleguen a sus destinos de manera transparente y eficaz”, de ahí que estarían en el mismo objetivo del multimillonario de origen sudafricano, pero nacionalizado canadiense y estadounidense.
Elon Musk planteó la venta de acciones de Tesla, a fin de resolver el hambre en el planeta, al desafiar la petición de David Beasley, director del Programa Mundial de Alimentos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El alto funcionario de la ONU demandó a magnates como Elon Musk “dieran un paso al frente”, respecto a que un pequeño porcentaje de su riqueza ayudaría a resolver el hambre en el orbe.
Recientemente, el CEO de Isatek, a través de Amero, la criptomoneda mexicana respaldada por bienes inmuebles, hizo públicas sus reservas mineras en México por un monto de 60 billones de dólares.
Cabe mencionar que Alfonso Jiménez, es el empresario que hizo una oferta con criptomonedas por el avión presidencial, con el fin de utilizarlo para apoyo a desastres naturales y ambulancia aérea.
La oferta fue por 138 millones de dólares, a fin de adquirir del Gobierno Federal tres aeronaves en venta, incluido el avión presidencial TP-01.