El presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Arturo Zaldívar aseguró que el compromiso del nuevo Poder Judicial Federal es generar y consolidar una defensoría para que en todos los rincones del país haya abogados de calidad.
Durante la entrega de las medallas Ponciano Arriaga y Jacinto Pallares, al personal destacado del Instituto Federal de Defensoría Pública (IFDP), el también titular del Consejo de la Judicatura (CJF) aseguró que “vivimos en un país profundamente injusto, en donde la mayoría ha estado olvidada por décadas y donde los privilegios fueron históricamente para unos cuantos”.
En un discurso emotivo, Zaldívar recordó que las cárceles mexicanas están llenas de inocentes debido a que no tuvieron quién los defendiera, no tuvieron una defensa de calidad o porque las policías y los Ministerios Públicos se amafiaron para fabricarles delitos.
“Un país donde a una madre se le pueden arrebatar impunemente sus hijos si no tiene recursos para un abogado de calidad; donde se puede despojar a la gente de su vivienda si no tienen dinero para un abogado o una abogada medianamente competente”, lamentó.
Al respecto, el ministro presidente comentó que esa es la desigualdad que toca combatir y refirió que no se puede hablar de justicia si la gente más humilde no tiene acceso a ella, ni a una defensa de calidad.
Expuso también que la justicia implica buenas y buenos juezas y jueces, pero también buenas y buenos abogadas y abogados, ya que sin un profesional del derecho que lleve los asuntos con calidad, categoría y convicción no hay nada que se pueda hacer en la defensa.
Durante la ceremonia se entregó la medalla Ponciano Arriaga a Esmeralda Saavedra Déciga, por ser la defensora pública federal del año 2020, mientras que se reconoció con presea Jacinto Pallares a José Arturo Trejo Álvarez, por ser el mejor asesor jurídico federal del 2020.
Sobre los laureados, Arturo Zaldívar reiteró que el compromiso del Poder Judicial es que en todo el país exista una abogada y un abogado de calidad, “como Esmeralda y como Arturo, que defiendan a los más pobres, a los marginados y olvidados, a los que nadie había volteado a ver nunca”, dijo
Concluyó manifestando que “hasta que no seamos capaces de dar justicia a todas y a todos los mexicanos, con independencia de su nivel económico, de su origen étnico, de su orientación sexual y de sus peculiaridades, no estaremos satisfechos.”