El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, descartó un posible cierre de actividades por la nueva variante del virus SARS-CoV-2, denominada Ómicron, puesto que no existe información “solida” de que esta cepa sea más peligrosa que las demás.
“Estamos llevando un seguimiento, no hay elementos para preocuparnos, no hay motivos de riesgo de acuerdo a los reportes que me han entregado los especialistas. Lo que sí hay es mucha información en los medios, pero no debemos espantarnos”, añadió en conferencia de prensa desde Oaxaca.
La Organización Mundial de la Salud señala que es probable que la variante Ómicron se propague a nivel internacional y presente un riesgo muy alto en el aumento de las infecciones, mismas que podrían tener “graves consecuencias” en algunos países.
Mientras que la doctora sudafricana, Angelique Coetzee, quien alertó a las autoridades sobre dicha variante, dijo que las personas diagnosticadas con esta mutación presentan síntomas “inusuales, aunque leves”.
Según la especialista, los pacientes muestran dolor muscular y cansancio durante un día o dos, y la mayoría de los infectados no se habría vacunado contra la COVID-19.