Al grito de “¡Queremos entrar, queremos entrar!”, integrantes de organizaciones buscadoras de personas desaparecidas de los estados de Jalisco y Nayarit “rompieron” el cerco de un pequeño grupo de policías que intentaron evitar momentáneamente su ingreso al rancho Izaguirre, considerado un centro de adiestramiento y exterminio utilizado por miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Poco después de la una de la tarde arribó a esta comunidad el primer grupo de madres y padres buscadores de desaparecidos que las autoridades trasladaron de la ciudad de Guadalajara a esta localidad que se encuentra a poco más de una hora de la capital jalisciense, y ante el impedimento de acceder de manera rápida al lugar donde se realizan investigaciones forenses, los familiares de desaparecidos decidieron ingresar al camino de terracería que comunica con el rancho Izaguirre.
El pequeño grupo de policías e integrantes de la Guardia Nacional que se localiza sobre este camino de poco más de un kilómetro y que en toda su extensión es de tierra suelta poco hicieron para detener el andar de los buscadores que gritando exigieron que se les permita el acceso.
El gobierno estatal, quien se encargó de proporcionar vehículos para el traslado de representantes de los medios de comunicación y familiares de personas desaparecidas, pretendió realizar el ingreso de grupos de diez en diez, sin embargo las madres y padres de víctimas decidieron marchar e ingresar al rancho Izaguirre.
Después de caminar veinte minutos por el camino de terracería los primeros integrantes de colectivos lograron ingresar a este inmueble donde, según las indagatorias y declaraciones de algunos sobrevivientes, miembros del CJNG reclutaban y entrenaban a jóvenes para que se integraran a su organización delictiva, y a quienes se negaban a ello, según estas pesquisas, los asesinaban.
El rancho Izaguirre fue asegurado en septiembre de 2024 luego de que en un operativo de elementos de la Guardia Nacional fueran detenidos 10 integrantes del CJNG.