La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de Nación (SCJN) dejó firme la condena civil impuesta al productor Luis de Llano, a raíz de la relación sexoafectiva que mantuvo con la artista Sasha Sokol cuando tenía 14 años y él 39, esto hace más de 30 años.
Por unanimidad, la Sala avaló el proyecto del ministro Jorge Mario Pardo Rebolledo, quien propuso negar el amparo al productor.
De Llano buscaba tumbar la condena dictada en su contra por la Séptima Sala Civil del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Ciudad de México el 26 de septiembre de 2023, la cual le ordenó reparar el daño, ofrecer una disculpa pública, tomar un curso especializado en prevención de conductas de abuso sexual y nunca más mencionar a la artista y mucho menos el asunto.
Sasha Sokol sostuvo que “esta sentencia trasciende por mucho mi caso personal y abre la vía del juicio civil para otras víctimas, ya que la Primera Sala de la SCJN ha declarado la imprescriptibilidad de la acción civil en casos de abuso sexual de menores. Desde ahora, cuando esté lista, cada víctima podrá acceder a la justicia y a la verdad”.
Ninguna sentencia, por sí sola, tiene la capacidad de reparar tanto daño, pero valoro profundamente que el proyecto del Ministro Jorge Pardo Rebolledo valide el proceso que vivimos las víctimas al reconocer que:
“…en casos de abuso sexual en contra de menores existen tres problemas para efectos de la prescripción…: (i) el paso del tiempo necesario para que la víctima asimile los hechos e identifique plenamente su carácter de víctima; (ii) el paso del tiempo para entender que determinados daños fueron causados por la violencia sexual; y (iii) la lucha interna que existe en las y los sobrevivientes para tomar valor y acudir a las instancias judiciales…”
Y establece que la prescripción realmente representa una sanción para la víctima si no demanda en un plazo determinado, considerando que:
“… son víctimas de violencia sexual sobre hechos que acontecieron cuando eran menores de edad y que causaron secuelas gravísimas en sus mentes que no terminan de desarrollarse o entender hasta que pasa el tiempo y cuentan con madurez, redes de apoyo o cualquier situación que permita comprender lo que sucedió”.
A los catorce años no tuve herramientas para comprender lo que me estaba pasando, mucho menos para defenderme, apuntó.
El abuso de Luis también sucedió al manipular la verdad con declaraciones falsas como que mis papás estaban de acuerdo, o incluso mintiendo ante el juzgado al declarar que la relación no había existido más que “en la mente de una niña fantasiosa”.
Por eso la justicia lo ha condenado por el abuso continuo; desde la relación sexual hasta el daño moral que violentó mi dignidad, integridad física, intimidad y honor, expuso Sasha Sokol.