Las obras del Metro de Monterrey, promovidas por el gobierno estatal como símbolo de modernización y movilidad ante el Mundial de Futbol 2026, enfrentan cuestionamientos técnicos y financieros tras las inundaciones registradas en avenidas del poniente de la ciudad.
De acuerdo con una investigación publicada por El Norte, la construcción de la Línea 4 invadió parte del drenaje pluvial que conecta con el río Santa Catarina. Al menos siete pilotes del monorriel, colocados junto a los carriles exprés de la avenida Constitución, bloquean un ducto troncal de cuatro metros de diámetro, lo que habría reducido la capacidad hidráulica del sistema y ocasionado acumulación de agua en vialidades como Gonzalitos, Ruiz Cortines y Venustiano Carranza durante las lluvias de agosto y septiembre.
El proyecto fue adjudicado en 2022 al consorcio Mota-Engil México–CRRC Zhuzhou, como parte del plan estatal de movilidad que incluye las líneas 4, 5 y 6 del Metro, con una inversión total estimada en 25 mil 861 millones de pesos. Según cifras oficiales, la Línea 4 reporta un avance físico del 57%, la Línea 6 del 61% y la ampliación hacia el aeropuerto del 20%.
Sin embargo, legisladores locales de distintas fracciones advirtieron sobre un sobrecosto del 57% respecto al presupuesto original, y alertaron que el gobierno de Nuevo León busca contratar deuda adicional por 10 mil 500 millones de pesos para mantener el ritmo de construcción.
La administración estatal, encabezada por Samuel García, ha reiterado que las nuevas líneas operarán antes del inicio del Mundial, aunque especialistas en infraestructura consideran que los tiempos técnicos no permiten concluir las obras con seguridad plena. Ingenieros hidráulicos señalaron que la obstrucción del colector pluvial refleja deficiencias en la planeación y coordinación interinstitucional.
“El problema no se limita a un tapón, sino a una reducción del flujo de agua que genera acumulaciones y afecta la operación de toda la red”, explicó un especialista consultado por El Norte, quien recomendó remover tres pilotes y reforzar otros cuatro para evitar mayores daños.
El Sistema de Agua y Drenaje de Monterrey confirmó que realiza una revisión técnica junto con la Secretaría de Infraestructura estatal. Hasta ahora, no se han difundido los dictámenes sobre la magnitud de las afectaciones ni las medidas de mitigación que se aplicarán.
Organismos civiles y colegios de ingenieros solicitaron transparentar los estudios estructurales y los planes de manejo hidráulico antes de continuar con los tramos restantes. De no hacerlo, advirtieron, las obras podrían quedar listas para el evento internacional, pero sin garantizar un funcionamiento seguro.
Especialistas señalan que mientras el gobierno local presume avances cada semana, las recientes inundaciones revelan una tensión entre la urgencia política por entregar resultados y la planeación técnica necesaria para una infraestructura de largo plazo. Los expertos coinciden en que el mayor riesgo no es que el Metro no esté terminado para 2026, sino que lo esté, pero sin haber resuelto los errores que ya afectan a la ciudad.












