El Instituto Nacional de Transparencia (INAI) se encuentra en medio de la polémica tras la renuncia de Óscar Guerra Ford, quien ocupaba el cargo de secretario Ejecutivo del Sistema Nacional de Transparencia. La dimisión se produce después de la controversia surgida por el supuesto uso indebido de una tarjeta institucional en un table dance durante su periodo como comisionado del INAI.
“El Pleno del INAI dará vista a su Órgano Interno de Control (OIC) para que inicie la investigación correspondiente sobre el hecho conocido en medios, relacionado con los gastos personales realizados por el ex Comisionado”, indicó en Instituto a través de un comunicado.
Este 14 de noviembre, el presidente Andrés Manuel López Obrador celebró la renuncia de Guerra Ford. El mandatario señaló en su conferencia matutina, desde Culiacán, Sinaloa: “Resultó que la tarjeta oficial se utilizaba para pagar gastos de un bar. Dinero del pueblo y ayer ya renunciaron dos funcionarios de este instituto. Eso es bueno antes no se podía tocar al intocable”, dijo.
Guerra Ford fue comisionado Ciudadano Presidente del Instituto de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales del Distrito Federal, de 2006 a 2014; comisionado del INAI desde mayo de 2014. El primero de junio de 2022 fue nombrado secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Transparencia.
Se le ha vinculado con José Luis Moyá Moyá, el autonombrado asesor en materia de transparencia y combate a la corrupción, que en marzo de 2023 fue denunciado penalmente de intento de extorsión por presuntamente solicitar recursos económicos a cambio de no dañar la reputación de su víctima.
Moyá Moyá, también autodenominado zar de las solicitudes de información, enfrenta acusaciones por utilizar información para presuntamente obtener beneficios personales.
En mayo de este año se difundió material sobre este personaje en YouTube. El Financiero hizo mención al video que aparece bajo el link https://bit.ly/42pOJgo donde se exhiben documentos que supuestamente implicarían a la mamá de José Luis Moyá en una serie de operaciones financieras que servirían para ocultar los cobros indebidos de Moyá Moyá.
La mujer de 87 años de edad, refiere el video, supuestamente recibe y transfiere sumas millonarias pese a que no contaría con ninguna actividad empresarial. Tan solo en 2020, Rosa María Moyá pudo haber gastado más de 11 millones de pesos, asegura el clip. La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México ya trabaja en el caso.