Tras varios meses de inactividad, el Sistema Nacional de Información de la Calidad del Aire (Sinaica) restableció la consulta pública de datos sobre contaminación atmosférica, incluyendo los registros generados por las estaciones ubicadas en la zona metropolitana de Monterrey.
La plataforma ya permite visualizar nuevamente datos en tiempo real e históricos de 15 estaciones distribuidas en la ciudad. Sin embargo, persisten inconsistencias, especialmente en la medición de partículas PM2.5 en puntos como San Bernabé y Apodaca. Además, la estación de Pesquería continúa sin reportar datos de este tipo de contaminantes.
Las partículas PM2.5, con un tamaño inferior a 2.5 micrómetros, son consideradas por especialistas como las más nocivas para la salud, ya que pueden ingresar hasta el torrente sanguíneo y afectar diversos órganos. Diversos estudios han vinculado su exposición prolongada con enfermedades respiratorias y cardiovasculares, cáncer de pulmón y problemas metabólicos.
De acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente de Nuevo León y el Observatorio Ciudadano de la Calidad del Aire del Área Metropolitana de Monterrey (OCCAMM), este tipo de partículas pueden permanecer suspendidas en el ambiente por largos periodos, lo que incrementa su peligrosidad, sobre todo en áreas con alta carga vehicular o industrial.
Pese a que el sistema estatal también realiza monitoreo ambiental, continúa presentando fallos técnicos que impiden una evaluación precisa de la calidad del aire. Durante la semana, las mediciones oficiales indicaron niveles “aceptables” o “buenos”, aunque expertos advierten que la ausencia de datos confiables sobre PM2.5 podría estar ocultando niveles de riesgo más altos de lo reportado.
Desde junio, organizaciones como OCCAMM han exigido al Gobierno federal y a autoridades ambientales destinar recursos para asegurar el funcionamiento completo del Sinaica.
Por su parte, la red estatal enfrenta retos adicionales: medios locales han reportado que el sistema permanece en estado crítico debido a una deuda de 500 mil pesos que el Gobierno de Nuevo León, encabezado por Samuel García, mantiene desde hace 17 meses con el único proveedor autorizado de refacciones. Esta situación ha impedido realizar el mantenimiento adecuado de varias estaciones, en particular aquellas que monitorean partículas PM2.5.