El puerto de Lázaro Cárdenas fue testigo hace 18 años de la llegada del buque Zhen Huan 18, que descargó las primeras grúas Súper Post Panamax y RTG para Hutchison Ports LCT. Este acontecimiento, celebrado recientemente, marcó un cambio decisivo en la capacidad operativa de la terminal.
La infraestructura portuaria mexicana entró en una etapa renovada tras ese hecho, que también estableció las bases de una plataforma logística de alta tecnología y con vocación internacional.
Uno de los hitos recientes ocurrió en 2024, cuando la terminal superó la operación de 1.5 millones de TEUs en un solo año, un aumento superior al 20 por ciento respecto a los niveles de 2021, al consolidar su papel como una de las más activas del país.
LCT desarrolla hoy la tercera etapa de su ampliación, que incluye sumar 28 hectáreas a su superficie operativa y extender 345 metros su muelle. Al concluirse en 2025, la infraestructura alcanzará 104 hectáreas, con tres posiciones de atraque y un muelle de 1,278 metros.
El crecimiento físico fue acompañado de inversiones en tecnología limpia. En enero de 2024 se asignaron 80 millones de pesos a la compra de tres grúas eléctricas RTG, integradas a la operación en marzo para reducir emisiones de CO₂ y optimizar la eficiencia.
Para 2033, la meta NET Zero prevé una disminución del 54.6 por ciento en las emisiones absolutas de gases de efecto invernadero, y para 2050, alcanzar la neutralidad de carbono en toda la cadena de valor, con el aval de la iniciativa internacional Science Based Targets (SBTi).
Además, Hutchison Ports LCT digitalizó procesos con herramientas como SMARTPORT, que permite supervisar en tiempo real las maniobras portuarias, y EVAPORT, un asistente virtual activo las 24 horas para usuarios y operadores.
Con un enlace estratégico hacia Asia, América del Norte y América Latina, la terminal opera con una capacidad dinámica de 1.65 millones de TEUs y cuenta con nueve grúas Súper Post Panamax, 21 RTG, cuatro espuelas ferroviarias de 2.4 km y 648 tomas para contenedores refrigerados.