El caso de la Sociedad Financiera Popular (Sofipo) CAME, que en los últimos meses causó preocupación entre miles de ahorradores por retrasos en la devolución de recursos, avanza hacia una solución definitiva.
Autoridades financieras y del gobierno federal reiteraron que los clientes cuentan con plena protección mediante el Fondo de Protección de Sociedades Financieras Populares, que cubre hasta 25 mil UDIS (aproximadamente 211 mil pesos) por persona. La Condusef precisó que, con este seguro de depósito, cerca del 99% de los ahorradores quedaría totalmente cubierto en caso de revocación de la licencia.
La Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y la Secretaría de Hacienda desempeñaron un papel clave al garantizar certidumbre en el proceso, establecer mecanismos de atención directa a los afectados y supervisar con transparencia los recursos de la Sofipo.
Jesús De la Fuente y Eugenio Laris, presidente y vicepresidente de la CNBV, destacaron que los ahorradores no perderán su dinero y que se afinan los procedimientos para realizar devoluciones de manera ordenada y segura. Insistieron en que el caso se está manejando con estricto apego a la normatividad financiera, a fin de proteger la estabilidad del sector.
Durante la Mañanera del Pueblo de este viernes, la presidenta Claudia Sheinbaum reafirmó que “los ahorradores de CAME no perderán su dinero”. Subrayó que las secretarías de Gobernación, encabezada por Rosa Icela Rodríguez, y de Hacienda están activamente apoyando a los afectados, y recordó que el sistema financiero mexicano cuenta con protocolos y esquemas de protección claros para este tipo de situaciones. Con ello, las autoridades buscan no sólo resolver la situación puntual de esta Sofipo, sino también reforzar la confianza en el sistema de ahorro popular, pieza fundamental de inclusión financiera en el país.
La CNBV, bajo la dirección de Jesús De la Fuente y con el acompañamiento de Eugenio Laris, priorizó la protección de los usuarios y la estabilidad del sistema financiero popular. Su actuación, coordinada con otras instancias del gobierno federal, brindó tranquilidad a los ahorradores, demostrando que existe supervisión y capacidad de respuesta frente a situaciones que podrían afectar el patrimonio de las familias mexicanas.
CAME es una de las sociedades financieras populares más grandes del país, con presencia en diversas entidades y más de un millón de clientes, principalmente mujeres y pequeños negocios en comunidades rurales y urbanas.