Por Lic. Luis Manuel Encarnación Cruz
Director de la Fundación Mídete A.C.
@luismencruz
@fundacionmidete
El sobrepeso y la obesidad se han convertido en unos de los principales problemas de salud pública en nuestro país. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) de 2012, 71.2% de los adultos mayores de 20 años en México, es decir 7 de cada 10, padecen sobrepeso y obesidad. Sin embargo, este problema de salud no sólo lo viven los adultos, sino que es cada vez más frecuente en niños y adolescentes, dónde 1 de cada 3 padece estas enfermedades.
Para nuestro país, estas cifras representan una gran carga de enfermedad, al incidir de manera directa en otros padecimientos como la diabetes, hipertensión, enfermedades cardiovasculares, e incluso cánceres, siendo éstos las principales causas de muerte en el país. México, según la Organización Mundial de la Salud, ocupa el primer lugar en obesidad en mujeres y se encuentra entre los primeros lugares en obesidad en niños.
Si bien la obesidad pareciera un problema nacional, éste no es más que la suma del acumulado de la prevalencia a nivel local y a nivel estatal. Es por esto que cuando se diseñan e implementan políticas y programas para hacer frente a estos problemas, se deben de implementar con el objetivo estratégico de modificar los hábitos de toda la población, influyendo en los hábitos de alimentación y de actividad física en la comunidad.
En números, ¿cuáles son las entidades federativas que pesan más? Aquí los tres primeros lugares en prevalencia de sobrepeso y obesidad:
Este ranking de entidades nos permite reflexionar que los estados dónde es más preocupante la problemática de obesidad son Yucatán, Baja California Sur y Campeche. Esto no significa que los demás estén en niveles adecuados, sino todo lo contrario, ya que hay otras entidades como Baja California Norte, Chiapas, Estado de México, Jalisco, Morelos, Nayarit, Puebla y Veracruz, donde hay niveles preocupantes en algunas de las categorías mencionadas.
Si se quieren revertir estas cifras, los gobiernos locales deben implementar una estrategia integral en materia de prevención y promoción a la salud, enfocada en incentivar una alimentación adecuada y actividad física en todas la población y todas las edades. Esto, sin descuidar ni debilitar sus acciones de atención y tratamiento oportuno, integral y efectivo. Acciones específicas dentro de esta estrategia deberán incluir:
- Accesibilidad a bebidas y alimentos saludables de productores locales.
- Oferta de agua potable y alimentos saludables en restaurantes y establecimientos similares.
- Disponibilidad continua al agua potable en escuelas, espacios públicos, oficinas de gobierno y en zonas rurales donde carezcan de acceso.
- Aumento de las áreas para la realización de actividad física, como parques, ciclo-vías, y otros.
- Campañas permanentes de orientación y promoción a la salud.
Las autoridades locales y estatales tienen la posibilidad de implementar una amplia gama de acciones y políticas para disminuir el peso de su población, y por lo tanto de su entidad. ¿El objetivo? Garantizar la calidad de vida de todos los ciudadanos, reducir el impacto negativo del sobrepeso y la obesidad y, por lo tanto, su incidencia en los índices de muerte prematura y pérdida de productividad. Esto no sólo mejorará los indicadores en salud, sino también aquellos de desarrollo social y de competencia y crecimiento económicos.
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